El objetivo de la cámara

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viernes, 10 de septiembre de 2010

Un tipo singular



El ángel de las flechas con punta de corazón, vaga por la ciudad del amor ciego, sin traje de superhéroe, Tiene la dura misión de convencer al mundo, de que las convulsiones del corazón. No son siempre taquicardia, si no los pasos del amor, en el interior de la caverna del miedo. Salta de un lado a otro intentando salvar al que se ha rendido, y ya no entrega flores con sabor a pasión. Resucitar el lado humano en un escueto cuerpo, es su objetivo desde que nació. Sus alas le permiten llegar por encima de las nubes hasta el olimpo, su hogar de dioses y donde flotan los sueños que no se cumplen por deseo soberano, ó por sobrepasamiento del mismo.

No se avergüenza de su traje tan ridículo. ¿Será su piel la de superhéroe?. Siempre, incluso en invierno va con poca ropa. Dinero no lleva mucho encima, de bolsillos no se habla, ni nadie sabe de ellos. Tampoco creo que lo necesite. Y sabe rejuvenecerse absorbiendo la aureola de atracción en cada unión que consigue. Aunque es un tipo bajito, sus pretensiones son muy altas, te atrapa con su hechizo y ya no tienes salida, hasta que no se devora lo más preciado de los sentimientos carnales y emocionales. Viste de bebe angelical e inocente, sabe estar y salir airoso de sus propósitos. Algunos dicen que encuentra la felicidad en lo que hace. Otros que es puro cuento de enamorados. Es un busca victimas del amor. Debe ser un tipo de esos que no dejan de sonreír. Como si con eso te fiaras de un crío de rizos rubios en pañales y armado peligrosamente. Y esas burbujitas en forma de corazón tan llamativas...

Esa noche empezó un aire insoportable, no tenía pensado salir al contemplar el cambio furioso del viento, pero ya estaba con la llave en la mano y las intenciones fuera de casa. Era cuestión de tiempo que ambos nos encontraramos. Al principio me dio risa. Ahí sentado en el borde de un banco con la posición elegantemente pensativa. Su cara me sonaba, era bonachona, y atractiva.... Pensé para mí. No puede ser que este tipejo lo líe tanto!. Estaba bastante tranquila, solo estábamos los dos. No tenía peligro de que le diera por la caza de la chica con los ojos perdidos en el olvido. No apuntaba hacia mí con ese arpón del amor que llevaba entre sus manos. ¿El romanticismos es tan pequeño?.

No suelo hablar con extraños, pero creo que nos conocíamos. En algún momento esa cara se había cruzado en el pasado por mi camino. Algo de mi retomo pensamientos dulces de momentos que conquistaron un lado muerto de la felicidad maltrecha. Deje arrinconada la idea de creer, que el fuera el tipo singular que consiguió enamorar a un alma helada y volverla loca. Y me asuntaba tenerlo ahí delante. Porque el era consciente de la inmensa capacidad de amor que oculta en el subsuelo de mi corazón...

Su sonrisa tenía un brillo especial, y la temperatura bajaba por momentos, me dio por ofrecerle la chaqueta que llevaba puesta.

-No gracias, tengo el corazón cargado de calor humano, de amor...
- ¿Nos conocemos verdad?.
- Si, eres la chica que más problemas me ha dado. Pero la que más entrega pone.
-¿Y ahora por qué apareces?.
-Creo que yo soy el que te tenía que preguntar. ¿Por qué no me dejas clavar mi flecha en tu corazón con armadura?.
-El amor no existe... mmm bueno, el verdadero amor no existe.
-¿Ah no?.
- No.
-Pon tu mano en el pecho, ¿sientes como late de manera lenta?. Está esperando a que le mandes un ritmo que le saque de la mortuaria caja de compás aburrido y solitario.
-Tú lo ves fácil eres un niño. No vives con los problemas de la tierra. ¿Sabes los miedos que hay en cada paso hacia la confianza?. Lo complicado que es entregarse a alguien y luego...
- El amor es confianza, pasos no hay que dar, sino sujetarse en el mismo punto juntos.
-"Cupi", si te puedo llamar así ya que llevamos hablando un rato deberíamos tutearnos. ¿No crees?. ¿Por qué te llamas así verdad?. El amor es finito y duele.
- Me llaman de todo. Pero "cupi" me gusta. El amor es un constante perdón y disfrute de las emociones, tanto buenas como malas.
- Creo que podríamos estar todo el día hablando de amor y al final seguiríamos cada uno con su idea.
-Solo te voy a decir una cosa. No use flechas la anterior vez que sentiste el amor.
- ¿No?, ¿que pretendes decirme?, ¿que nos dejas conocer al desamor antes de mandarnos al amor verdadero?.
- Tu capacidad de amor está intacta, el dolor es un reflejo de lo no alcanzado todavía. Pero no tengo flechas para todos. Y yo sé que no las necesitas. Mi flecha es, está conversación. Piensa en lo que te hacia sentir. Cuando él te besaba, te rozaba la mano, buscaba tus ojos con la mirada, te soplaba en el cuello para llamar tu atención, las horas que viajaste en las nubes de las ilusiones y tu rostro sonreía...
-¿Y las lágrimas, no dices nada de las lágrimas?.
- El amor tiene su lado triste, necesita respirar, sino acabarías con él.

Comienza a tomar el vuelo el tipo singular. Y antes de marcharse solo dice:"amate un poco y él te amará tal como eres, no pienses en lo que no tienes, sino en lo que vas a ir consiguiendo con él". "Estas compitiendo contra ti misma y el perdedor lleva tu nombre".
El tipo singular se pierde en la frondosidad de los árboles.

La vuelta a casa la alargué, necesitaba saber un poco lo que habÍa ocurrido. En ambas ocasiones miré hacia atrás en busca de ese pequeño personaje de flechas y lengua punzantes. No sé, pero el arponazo de sus palabras pincharon algo dentro de mi, dejo la idea tan fortificada del amor que llevaba en la mente antes de salir de casa, colapsada. Me quede sumienda en un profunda inquietud...

3 comentarios:

  1. Ayer Eiru te dió mucho el sol, descansa, que vaya cosas que escribes. Prefiero temas de pena. Que ÑOÑADA ACABAS DE ESCRIBIR por Dios!.

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  2. Si, lo siento es verdad, Ayer fue un día intenso...

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  3. uff el amor, que complicado. Mejor disfrutarlo cuanfo aparece, lo otro tb se pasa

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