El objetivo de la cámara

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viernes, 29 de abril de 2011

Falsas promesas

Para ella un lunes era una vuelta de tuerca hacía el inicio de lo que ya ni si quiera la gustaba, a pensar de eso, siempre la quedaba en el paladar esa sensación de querer degustar algo dulce, y esperaba a que sucediera algo para romper los esquemas de lo que pensaba. Ver las caras opacas y sin rastro de verdad en su alrededor la forzaba a ser un poco más mueble en todo aquello, recogiendo el polvo mezclado de falacias que el día cargaba. El viernes era un día peor que los lunes, porque la hacia sentir que tenía que pisar el acelerador para competir contra el tiempo y disfrutar incluso sin ilusión de esos dos días tan necesarios para encontrar un buen guión a su teatralidad efímera. Demasiados papeles, demasiados guiones malos, la tocaba interpretar.

Mellada por lo que la habían hecho el lado de la vida sin suerte buscaba refugio en un autismo aparentemente ridículo para quien la mirara. Un día quiso volver todo invisible para poder escuchar una música no hallada en ninguna otra parte, pura y solo de ella. Se la escapa de dentro su balada triste en un concierto de grandes ausencias. Iba con las fases lunares en su mirada y con las semanas cambiaba de interés hacía lo que significaba un empujón.

Sus ojos morían en vida, sin mirar fijamente, no encontraba la serenidad, se trasformo en un monstruo de iris grisáceo que solo contemplaba a la gente para localizar su falso relleno de lo que escondían, ese lado sucedánea de sus sonrisas la horrorizaba. Pero necesitaba hacerlo y desenmascarar al villano, pero al conseguirlo se consumía su interior. Pero aunque la decepción penetraba y quedaba tocada en cada unas de esas veces no paraba y seguía. Con esto, mermaba su trato amable y se fundía su alma por dentro. Permitiendo a cualquiera ser dueña de ella, de su cuerpo. Ella ya no quería seguir en él.

jueves, 28 de abril de 2011

Aprendiendo


Mama está en la cocina, todavía está en la cocina esperando a que lleguemos de clase. Nos recibe con su delantal puesto y una sonrisa de bienvenida. Huelo su sopa desde la calle e indica el camino a mí estomago hambriento. Que ganas de llegar a casa tenía y de tirar encima de la cama la mochila. Ya oigo a mama que viene detrás riñéndome y recogiendo mi cazadora que la he dejado tirada en el suelo. Se nota que estoy en casa, pronto llegara papa de su nuevo trabajo y sabremos qué tal le ha ido todo. Ayer estaba nervioso y no sabía si le iba a ir bien y como le acogerían sus nuevos compañero. Estamos seguros que sabrá hacerlo bien, que es lo importante. Ha estado más de media hora para decidirse que ponerse, luego se queja de mama y su tardanza. Yo le he visto muy guapo, hacia tanto que no veíamos esa expresión de entusiasmo en su cara. Lleva tres años en paro pero no ha sido fácil que le dieran una oportunidad. Oigo llegar a mi hermano del instituto con su bici. Siempre llegamos a la vez, pero hoy se ha entretenido tonteando con una chica. Según él necesitaba su ayuda.

Mama no para de un sitio a otro está nerviosa y solo hace que limpiar la casa, ya no sabe dónde sacarla más brillo. Vamos a esperar a que llegue papa porque no queremos que se siente solo a comer si le ha ido bien, y si le ha ido mal ¡que les zurzan!. Todo el mundo me pregunta por papa en clase, los vecinos, sus amigos... Y todavía siguen pensando que no está bien. Papa es papa y sabe salir de los baches más duros, claro que han cambiado las cosas y no ha sido nada fácil crecer más rápido y cambiar la forma de cómo vivíamos. Del último golpe hemos aprendido a valorar cosas y no solo por las que nos faltan, si no por lo que nos va a costar demostrárselo al resto de la gente que podemos seguir adelante. La gente debería dejar de preguntar de papa y mama, y de cómo estamos. Y si no saben de qué hablar que solo saluden.

Al principio costaba mucho estar en clase, todo el mundo nos miraba como si fuéramos diferentes. Ellos hacían que lo fuéramos, nadie es igual, nadie se salva de que su vida cambie en algún momento. La gente no entiende que no he dejado de ser yo. La lástima es algo que no pega con mi familia, somos luchadores y cobardes también. Pero sabemos buscar el valor donde ya no queda nada. Papa y mama nunca han sido cobardes, nos ha dejado las cosas hechas casi siempre y me alegro que de todo esto haya cuestionado lo que nos queremos. Madre mía!!!. Es impresionante las ganas que todos teníamos de seguir y cómo íbamos haciendo el relevo. El desanimo nos toco a todos cuando nos dimos cuenta que la pesadilla era de verdad. Se lloro mucho entonces. Ahora ya no lloramos, es perder el tiempo y queremos cambiar a mejor. Por ellos, por papa y mama que se dieron cuenta de que todo aquello nos venía grande y siendo tan críos. Papa está bien y mama es lo que mejor ha tenido papa a su lado. Ahora estamos mejor que antes por lo menos hablamos cuando alguno esta triste o preocupado.

Lo peor que lleva mi hermano son las miradas fijas que nos acompañan por la calle, es esa expresión de parecer que no somos felices. ¡Que sabrá la gente de que nos hace felices!. Papa y mama están con nosotros y eso es lo importante. Si, hemos cambiado y no por voluntad propia.

De mayor quiero ser… Quiero ser tantas cosas, me encantaría poder trabajar con gente como papa. Creo que papa nos ha puesto el listón muy alto a mi hermano y a mí. Cada día nos ha demostrado que no se da por vencido y mama nos ha enseñado como ha sabido estar en su sitio.

El otro día escuche un comentario que me dejo pensando un buen rato en la calle. “Tu padre es el hombre indicado para enseñarte que la vida se ve de manera diferente y estaba preparado para lo que le paso”. Eso ya lo sé. Pero no creo que lo que le paso a papa se lo merezca nadie, ni nadie esté preparado a cambiar su vida drásticamente. Y no es fácil para papa enseñarnos a tomarnos la vida mirando su lado positivo. Y estamos seguros que papa aunque vaya de duro habrá llorado de rabia en muchas ocasiones. Nunca lo ha hecho delante de nosotros, y eso no habrá sido nada fácil para él. No ha sido nada fácil para nosotros ver a papa rendirse y volver a levantarse.

Oigo el coche de papa, ya está llegando, yo también estoy con los nervios a flor de piel y más porque no he dejado de pensar en este trabajo, esto era un paso más para poder seguir hacia delante la familia. Se merece que le haya ido bien, no por ir en una silla de ruedas, sino porque no ha dejado de luchar y para ese trabajo sí que está preparado.

Iré a ayudar a poner a mama la mesa mientras llega, porque ahora papa tarda un poco más en bajar de su coche, pero eso ya no importa. Veo a mama desde la ventana que no tiene paciencia y sale a ver a papa al coche. Creo que no les había visto sonreír tanto desde antes del accidente…

martes, 26 de abril de 2011

Por encima de las nubes


Vamos a descubrir juntos como no ha cambiado una manera de ser feliz:

Me cogió de la mano, y no sé como, ni de que manera, pero dirigía mis pasos y volamos sabiendo llegar hacia la cima de lo íntimo. De repente la noche nos acompaño y ambos estábamos subidos en un puente con la luz de la luna a nuestras espaldas y la ciudad cortejando desde el horizonte, con ese añil intenso que se salía del marco del paisaje que lo rodeaba todo. Me recordaba su color a la tinta de un boli bic cuando impregna un folio pulcro para formar imágenes oníricas. Él espero a que subiera los ojos y le mirara. Le brillaban y sentía que podía quedarme a vivir para siempre en ellos. La timidez me hacia ruborizarme y sentirme infantil junto a él. La oscuridad tapaba un poco lo rojizo de mis mejillas aniñadas. Sus brazos me arroparon toda la espalda y no pudo evitar susurrarme que no me escaparía de entre ellos. No pensaba en irme y menos siendo la protagonista de un sueño que no sabia como me había introducido.

Me daba miedo que algo me despertara e hiciera que aquello solo fuera un humo de cigarrillo que se dispara en el aire y es imposible de atrapar. Nos sentamos junto al borde del puente para buscar el vértigo. La altura hacia que sintiera deseo de sujetarme a él para no dejarme caer hacia una turbia agua que destellaba el reflejo de las estrellas. No dejaba mi boca de formar sonrisas, y la de él era tan apetecible que hacía desaparecer lo que nos observaba. En un instante de electricidad corporal no podían resistirse nuestras bocas por conocerse de otra manera..., de manera más personal, y más cercana. Ya solo había que saber como se puede besar deseándolo con ansias y no esperar a nada más a que el impulso nos tocara. Sentía que él me había elegido con sus ojos, ellos me decían todo lo que les preguntaba y me inquietaba sentir un galope en el pecho. Era como un tronar de tormenta pero de la bella, y su objetivo era juntar nuestros latidos. Los míos ya se lanzaban hacia sus brazos sintiéndose ganadores en la carrera.

Nadie se oponía entre nuestros cuerpo y menos para dar rienda suelta a las caricias que se escapan solas y llegaban hasta donde los dedos dejan de ser visible, para perderse entre la ropa. La piel lo daba todo para dejarse tocar, y yo estaba dispuesta a cambiarlo todo por meterme en sus palabras cuando me llamaba nena. Estaba tan en las nubes que no encontraba el suelo bajo mis pies, y el mundo se volvio la mejor creación y eramos uno de sus mejores momentos.

No para de susurrarme que quiere descubrir que escondo debajo de la blusa. El filo de mis uñas cortan sus labios y sujetan esas palabras en su boca, y la sonrisa picara que el viento me arranca le deja claro que no tardará en saberlo.

Me acerco a su cuello y con mis labios húmedos le rozo para ir camino hacia su oreja a contarle lo que no quiero que nadie sepa. Con un pequeño mordisco travieso acelero sus ganas de querer morder el mío. Y lo muerde con mucha fuerza quedando marcados sus dientes. Ese ligero dolor me gusta...

Me echa el brazo por encima del hombro y me pregunta donde he dejado la tristeza. Le respondo que en el ayer donde él no existía. Él sonríe, y me dice que espere a que amanezcamos juntos para que olvide lo que es llorar. Me sostiene tan fuerte que es como si me estuviera diciendo que nunca dejara de sujetarme. Nos perdemos ambos entre la niebla y una estela de luz queda mordiendo el aire como si todavía nuestras figuras se abrazaran.

lunes, 25 de abril de 2011

Pendiendo de un hilo



Calla muerte!, que tengo la vida cogida a dos manos. Espera, que no soy capaz de soltarla. Y menos ahora que todavía late su pequeño corazón, o eso creo. Tengo ratitos que me pinchan las manos, me sudan... Incluso los dedos me tiemblan. Calla vida!, que de momento te sujeto y no pierdes ni una de tus épocas. No hables, no digas que no sabias lo que hacías, y menos que digas que lo que hacías fue bonito mientras duro. Es fácil para ti quedarte solo con ese porcentaje de bueno y minar lo que nos ha despellejado el alma los días de temperatura calada de altibajos. Ya se que la vida no hay que tomársela en serio y menos hacer caso a la muerte. Maldito tiempo revuelto que has sabido colarte dentro de un universo con apagones de luz. Mi luz.

El invierno fue malo…, la primavera empapo con su lluvia rancia…, el verano achicharro con su calor las ganas de tragar los sorbos dulces del vaso medio vacío…, y el otoño mal, muy mal se quedo atrapado en una parte de mi deshojando flores marchitas, muriendo y no siendo más que un viejo paisaje de colores desteñidos.

Todo esto parece una caída libre de los ánimos hacía ninguna parte, donde por más que busco no puedo toparme con un único momento de lucidez.

Calla destino!, que te caes de entre los dedos como la arena de playa y veo que no me va a quedar ni un solo grano entre ellas. Eres tan malo como cada estación que aun perduran escondidas y ninguna se marcha para dejarme olvidar, Eres peor que ellas, te atraviesas y golpeas, dejándome ahí tirada, y yo siendo la misma tonta sigo intentando sujetarte con las manos, y con escasas fuerzas. ¿No se donde se han ido las fuerzas?.

Que ganas de llorar!!, que ganas de salir de aquí sin pronunciar una despedida…

domingo, 24 de abril de 2011

Lo que nunca se fue



Eres bonita, como un diseño de rosas en un jardín con olores nuevos.


Eres bonita, con luz propia, un estimulo de sabia, firme aprendiz, efectiva en las noches secas.



Eres suave y ligera y de color de las miradas que se reencuentran. Si te dura un síntoma 11 minutos no necesitas salir de cada segundo para respirar uno nuevo.


Eres el tiempo feliz y en tú rostro se refugia los granos de tierra fértil, muriendo la pena, florenciendo con vaiven hasta la luna, hasta llegar a ser nueva.


Eres el eco que vuela cerca del sol, y su luz lo trasforma en canción que me cuenta lo que hay más allá de las mariposas y los azules.

Eres sonrisa infantil y carita graciosa que se ruboriza como las flores al contacto con la nariz.


Eres aurora que llega en mitad del día, eres la brisa fresca que baila entre el pelo, el despertardor de las sensaciones más dulces.



Eres el aire recogido en racimo y envuelto en colores. Eres pura nostalgia mordida a bocados que sacia ese lado hambriento donde las palabras se mecen en cada respirar.

viernes, 22 de abril de 2011

Dime




Dime algo que te suene a música, y que sepas que al desaparecer va a ir pegado a ti y nunca conseguiré dejar de oírlo dentro de mi cabeza alguna vez.




Dime como borrar esos besos que causan un silencio antiguo en los recorridos de siempre.
Dime algo que no hayas visto cuando te ha tocado con su murmullo, y las huellas te lo recuerdan. Mira a la vida como toca su balada cuando viaja durante las noches largas y en su desvelo no deja de acompañarte, y yo de tocar al viento que a él si lo dejas acercarse con su ronroneo.

Dime algo que parezca que necesites, y yo dejere de ser ese lado de tristeza y soledad. Dime como respiras cada viruta de la voz que vas recogiendo de la garganta con pena. Ven y dime algo que no acabe en un llanto y yo pueda levantar lo que nunca tuvo que pasar.

Ay ven!! Y déjame que te de lo que nunca has visto sonar en este fuerte corazón, que no sabe como decir lo que le pasa cuando tú te vas. Y ya no se como comprender su desesperación que tan triste se ve con está soledad.

Dime algo que te suene a música, y sepas que al desaparecer va pegada a ti. Dime algo que te hayas hecho reír tanto que has tenido que cerrar los ojos y guardar eso solo para ti.

Dime algo que te suene a música, aunque mis ojos marquen su marchitar cuando no sea lo que me apetece oír en unos labios que desafinan al no dicir la verdad. Ya con un alma que carga de viejos besos partidos. De sonidos que no volveran a sonar.


Dime algo que no me asuste contemplar en cada una de esas nubes que se ausentan junto al mar. Y me pierdo en el fuego de la noche y me apago cuando no siento que no estas, y nada me suena, porque ya nada puede sonar.

jueves, 21 de abril de 2011

Rumbo a Madrid

Mientras suene bien podrá soltar miles de gotas el cielo y aguar todas las fiestas. Madrid ha dejado su urbe invisible y se puede contar con una mano a la gente que deambula por la calle. Hay como una sensación de vacío para quienes la vemos como una ciudad que está en continúa eclosión de ideas. Estos días algunos no han querido alejarse de su pasión de ciudad con fuerte intensidad de fiesta pasada por agua. Las carteleras de las películas empapelan las paredes de está radiante ciudad de las oportunidades. La Gran vía mítica de pases de los grandes estrenos se limpia de todo con el frescor de la lluvia, arrasando su cara natural y dando un 0% de expresiones feas. Está todo igual y diferente, siempre hay algo que descubrir dentro de sus entrañas.

La gente se encarcela en casa encendiendo sus pitillos y dejando la tarde acomodada en los sofás escuchando un tintineo en las ventanas. Se sienten seguros y tranquilos. Las palomas escasean en el suelo y en las cornisas, confío en que no se marchen todas. Se es dueño de Madrid, se es dueño del asfalto. Los jardines se ensalzan y beben esa agua para calmar su sed. Desprenden un olor a naturaleza desprovista de miedos.

Las nubes se trasforman en publico que no tiene ganas de dejar dormir la siesta con su presencia. Los truenos agarran fuerte el escaparate primaveral detrás de los altos edificios e impactan los unos contra los otros. Las cafeterías se quedan aisladas las unas de otras y se vuelven un lugar seguro, para quien repele el contacto con el agua que cae de arriba y forma charcos inmensos con peces de colores. Hoy está cerrado las tiendas, pero eso hoy no importa. En los comercios cuelgan carteles de ruina e impaciencia por ser traspasados o vendidos. Da tristeza ver el final de algunos locales emblemáticos. Otros han cambiado por lo nuevo venido de oriente dejando a Madrid más cosmopolita que nunca. El humo y su caja llena se han escapado por la puerta de los bares. Estos ahora tienen que afrontar esos cambios para seguir siendo un referente de encuentro de los recuerdos y de las largas charlas que se han ido perdiendo.

El maúllo de los gatos se vuelve tímido y en pocas ocasiones sobrepasan el sonido de la tormenta. Es difícil encontrarlos sin que la luna esté allí arriba y les ha tocado ser la sombra del paseante empapado. De momento tienen que esperar a que el sol se vaya despidiendo de Madrid y amaine la lluvia, no son muy amigos del agua.

Se mastica un mal sabor de boca, un sabor metálico que el cielo escupe antes de soltar la canción que ha preparado para Madrid. Es el momento de chapotear con todos los detalles que pasan en cada recorrido. Sin embargo hay gente que no se entera y no le interesa lo que pasa en la calle. Parece imperdonable que todo vaya vestido de traje mojado. No es culpa de nadie. No es culpa de ese sonido que retumba en el suelo que haya hecho desaparecer al guitarrista de mirada extraña de la esquina, ni tampoco a la mujer que se sienta todos los días a media tarde en el mismo banco. Es como si ambos los hubiera diluido la lluvia. Todo se vuelve borroso y nuevo. Incluso mi paraguas ha cambiado de color. Echaba de menos a Madrid seca y mojada... En abril aguas mil dice el refrán y Madrid no iba a ser menos.

Me da por bailar con la lluvia y arranco a soltar un sonido nuevo con el chapoteo de los zapatos en el suelo. El viento silva al compás y todo se vuelve ritmo. Se iba a enterar la ciudad de lo que soy capaz de poder hacer para colocar un trozo del gran puzzle de sus calles cada día... Antes tomaremos un café para intentar encontrar todo como nos gusta sentir a Madrid con los brazos abiertos.

martes, 19 de abril de 2011

Silencio



Hoy soy silencio… del que retumba en el pecho.

Silencio que sobrevuela el alma.

Viejo, mudo y cansado de hablar en bajo. De ese que dice que no sabe, porque solo hace que ver oír y callar. Moribundo y legendario patrón de los secretos.

Hoy soy silencio del que no mira a nadie, del que es contemplado y desvía los ojos al suelo. De ese del que parece que no tiene amigos.

Hay momentos en que mi sonrisa no pega con mi cara y se deja llevar por los bares del olvido. Y el silencio acompaña lo dejado para luego.

Hay momentos en que lo único que se decir es si con la cabeza, y la verdad es que el no sale solo de vez en cuando. Es temprano para soltar algo que sea interesante. Es tarde para soltar algo que pueda arreglar lo estropeado. Y peca callando... muriendo.

Escucho y me dejo llevar como siempre. Es bonito sentir como todo puede tentarme pero nada me tienta más que dejar quieto el silencio en la claridad de los ojos. Encontrar el silencio en la verdad junto a lo no esperado, y en la sensibilidad que me abre la puerta las noches sin luna.



Silencio del que es prudente y no revienta en la boca por no decir lo que piensa, del que no se deja manipular. Silencio vacio y ligero del que se puede permitir corretear por las callejuelas sin saludar, siendo libre y real.

Hoy soy el sigilo de una parte del cielo y el misterio de una parte de la tierra. Silencio que mata al ruido y renace fiel.

A salvo

Abro mi PC y pongo en Google la palabra paraíso para saber donde queda antes de dar muchas vueltas y llegar allí de la manera más recta. Y solo pincho en voy a tener suerte. Creo que es algo que necesitamos todos, suerte. No llego a lo que pretendo, solo son largas explicaciones de quien no ha estado allí. Doy a imágenes para ver en que paraísos han imaginado otros y poder construir un mundo paralelo fuera del territorio donde nadie escucha la cara B de los problemas. En fin lo de siempre cielo, agua y paisajes bellos…

Hoy soy capaz de ser los polos opuestos de las acciones y soy capaz de rescatarme de un sitio para salvarme y llevarme a otro. Otra vez busco paraíso, pretendo engañar al buscador que usamos los solitarios que no nos damos por vencidos y queremos empezar por algo diferente.

Me da un fallo en su búsqueda…

Caigo en la cuenta de que no voy bien poniendo paraíso. Es mejor poner melancolía para ver lugares más tristes y como hoy soy polos opuestos encontraré ese otro lado de mí. Google me muestra los lugares sin alba, sonrisas soltadas de la mano de la ilusión y gente tirando la toalla. Solo llego a ver páginas llenas de diarios y blogs que piden tener más certeza en cada paso, y se escapan frases con cicatrices en los párrafos de quien que no tiene paraíso y todavía no sabe volar.

Paraíso!!!!

Intento pensar que solo hay que esperar a tener suerte para que en Google añada nuestro paraíso…. Continúo en mi empeño con lo que rastreo, pero ahora lo hago en otra lengua "paradise" "melancholy"...

Me da un fallo en su búsqueda…, Google no llega a saber todo por más que quiera aparentarlo. No encuentra un paraiso con sabor melancólico.

Es grande sentirse rastreador, pero más grande es serlo cuando nadie te hace parecer pequeño sabiendo cosas que guardas celosamente solo para ti, eso hace que nadie pero nadie, se apodere todavía de los sueños de los que ni si quiera se han soñado. Estamos a salvo de momento los soñadores y no necesitamos alas para volar y menos un paraísos encerrado en un Pc que esté al alcance de quien no entiende de esto.

Inebitable respirar







¿Deberías escribir algo no crees?.

Nadie lo lee…

Pero…, escribes para que lo lean?.

No, no es eso. Es que no me quedan musas.

Es que deberías fijarte más en ellas.

¿En ellas?. No se buscan las musas. Están o no están.

¿Entonces dónde se han ido las tuyas?.

Es complicado de explicar.

Si lo intentas tengo mucha paciencia.

Las musas del amor, del desamor, del dolor, de la creatividad… las he ido matando, porque por un lado me mataban dentro y la única solución era arrancarlas para que desaparecieran. Me he liberado de cosas que me arrastraban hacia un círculo vicioso de auto compasión

¿Te puedes volver a enamorar?. Hay miles de personas, ¿ninguna te inspira nada?.

Me he vuelto fría, no me interesa que vuelvan nuevas musas a mi vida. Además, no es que no tenga nada de escribir es que nada me convence.

¿Que pretendes escribir un best seller?. Piensa un momento por qué escribes.

Empecé con pocos años a dejar pequeñas pensamientos, con 8 años..., Pero no sé, escribía chorradas como ahora. Entonces si que escribía de amor y de lo puro que era en aquella época. Ahora escribo porque no soy capaz de decir a nadie lo que pienso realmente de ellos. No soy capaz de decirme a mi misma lo que me pasa a veces.

¿Has hecho de todo esto una manera de comunicarte contigo misma?. Eres la mujer señal, mensaje…, como veo…

Ya no, creo que la línea se esta acortando y debilitando y ya está vía la voy descartando. Ahora me he vuelto silencio. Voy por semana volviéndome una cosa u otra. La pasada era decepción… y está es olvido, porque no puedo ser que otra cosa para poder mirar a la gente a la cara sin que mis labios no tiemblen.



¿Por qué has escrito este pensamiento?.

Esperaba encontrar respuestas. Pero me he dado cuenta que mi boca se ha vuelto insensata y no es capaz de hace las preguntas correctas.

Dime tres cosas buenas y tres malas que te han hecho diana en tu corazón.

Ufff!! No sé, paso palabras. Lo siento no tengo respuestas.

Cobarde!!!

No me vas a picar, sé que lo soy lo tengo asumido.

Esperaba algo aunque fuera una mentira. No un no sé.

Ja, ja, ja, alguna mentira? Pero por quien me tomas?

Te tomo con la capacidad de buscar dentro cosas y pienses y des rienda a lugares nuevos en tu cabeza.

En eso estoy… otro día te cuento lo bueno y lo malo que ha tocado el corazón.

lunes, 18 de abril de 2011

Roce de la piel




Mañana volverá a amanecer y siempre estarás en mis brazos, sin estar. No necesitas ese conjunto de amor forzado que cuelga de una cuerda oscilante llenándolo todo de indiferencia al mundo. Se correrá las estaciones conquistando la imprudencia de cada decisión de mi piel. Se morirán las negaciones y correré hacia tu cuerpo mostrando cada gemido de mi boca. Cada anhelo se extenderá sobre los tuyos, mordiendo la luz que nace de tus entrañas. Estaré donde nadie ha estado esperando a encontrar las palabras que suben por mis caderas y riegan con tus ojos mis pechos. Estaré calentando mis brazos para que tú calientes mis noches y dejes mis días sin aire, sin fuego, sin cuerpo en cada envestida. Partiré los recuerdos en trozos uniendo solo la parte donde estabas cayendo sobre mí, volcando tu cuerpo. Recorrerás mi espalda con las manos para dejarme penetrada en cada dedo con lo impuro de los gestos. Y me clavaré a ti en el filo de los malos pensamientos. En cada momento me verteré como liquido inquieto sin otro camino que cada orificio que acoja mi lengua y desgarre la inocencia. La mía y la tuya.

domingo, 17 de abril de 2011

Tomados de la mano

Sin más que decir se esconde la emoción y aparece la música detrás de un pesado telón cargado de impulso. Extiendo mi mano intentando tocar la piel del infinito y me apresuro a perderme entre bambalinas mientras el coro nos oculta. Eres tu el que buscaba con el tacto y mis yemas evolucionaban conviertiéndose en estrellas de un universo minúsculo. Aun dudo de que este pasando lo que recorre por mi cuerpo y enciende bengalas. Él está solo y rodeado de decenas de cadenas a su alrededor.



Él y su idea de separarse, rompiendo cada eslabón. Rompiendo los lazo de mi mano antes de sentir dolor, perdón, recela de mi ayuda... Nunca pensé en encontrarle entre los aplausos, en los sueños imposibles y en la mirada de la desilusión. No existías ni en los cuentos, ni las musas habían pensado en que pudiera verte cerca de las gotas de la lluvia en verano. La pared rompe con el eco y me dice que no me deje engañar del arco iris que forma mis gafas empañadas.




Estoy a oscuras y no sujeto más que el aire entre los dedos. Y la luz es victima de lo que necesito y su impotencia hace que se envuelve en tristeza porque no sabe como volverse reflejo sin luz para que fluyas a través de ella, y pueda acariciar los sentimieto con fuerte aroma del que se pega al cuello durante horas. El viento sigue sujetándome las muñecas y los movimientos se esclavizan para no poder abrazarte dentro de un círculo cerrado... Notas las pulsaciones arrítmicas que carga mi corazón cuando te alcanzo?... Pero no llego, no..., es casi un falso despertar. No importa lo que pase.



Coge mi diestra... Ven y dame la oportunidad de crearte, de vivir, de ser algo salido de un escondite de salvación. Dame un motivo para no dejar que pase del aire que respiro y pase de todo en mí. Ya no fotografío los amaneceres en los charcos, porque ese agua es la humedad que me falta en la garganta cuando camino. Me dejo llevar entre las baldosas secas como una pluma sin poder pronunciar cada silaba del nombre que garabateo en el pensamiento.



Sin más que decirte déjame diluirme en los ojos y mirar el horizonte sin corromper al futuro detrás de estás gafas empañadas...

jueves, 14 de abril de 2011

Leyla y la Luna

Es como estar en otra dimensión al contemplar a la luna mirando a los ojos del lobo y vuelves a la realidad al contemplar lo que oculta la noche, cuando su boca negra muestra ese cráter vacío con un duro corazón repleto de decepciones. El lobo es un ser racionalmente ajeno a todo lo que le rodea y aúlla lanzando un canto de despedida al cielo, conciliando su dolor con lo nocturno. Teme que le roben su alma si alguien le mira de frente y para alejar a los ladrones se tuvo que volver un peligroso depredador. Olvidando que él era quien, las robo primero en otra época para poder sobrevivir por el día, ya que necesitaba saber y poseer ese sentimiento que envuelve a un ser humano bajo el sol. Su olfato le hizo adentrarse en territorio prohibido para curiosear por la ventana de las casas viajas de madera y esperar su momento para apoderar de ellas…


Hackett un explorar venido a menos, siempre se dejaba ver por las colinas y era difícil seguirle y podías perder su rastro en segundos. Nadie sabe como había llegado hasta allí. Solo que estaba enamorado de una mujer llamada Leyla que solo aparecía las noches de luna llena. Según cuentan los de la zona los ojos de Hackett trasmitían inquietud. Hackett contó en una ocasión que 2 veces pudo contemplar a una joven de piel rosada y mirada penetrante cerca de un risco mirando hacia la nada... Pero solo de refilón pudo ver esos ojos. Era tal la mirada de Leyla que le influyo hasta el punto de buscarla en cada oportunidad. Sus pupilas eran tan atrayentes que hacía que naciera en él la necesidad de aullar…



Era imposible no sentir curiosidad por saber más de aquel misterio. Cuando me contaron la leyenda pensé que solo era una historia más para atraer turistas al refugio perdido de Rosean. Pero como el fin de semana iba a ser muy largo y la luna llena nos iba acompañar en el viaje había tiempo suficiente de buscar ojos, lunas y a ese tipo que vaga por ahí de nombre raro. No podíamos desaprovechar la oportunidad de salir a contemplarla en medio de tanta espesura y registrar lo misterioso de aquel lugar. Así que lo primero era acomodarnos en la cabaña.



Eran sobre las 4:00h., de la mañana y no conseguía conciliar el sueño así que pensé en salir a respirar un poco aire y quien sabe a lo mejor me encontraba con Hackett. Casi imposible porque la historia tiene más de 200 años y debería ser un Matusalén. Nunca se sabe, todo lo que rodeaba aquel lugar era arcaico y un perfecto escenario de no saber si detrás aparecería algún ser mágico o me devoraría un lobo con hambre, no de almas sino de carne despistada. Estaba muy despierta y lo más oscuro me seducía. Volví a entrar a por una linterna a la cabaña sin hacer mucho ruido quería explorarlo sola. Y de paso coger mi cámara de fotos nueva, porque lo más seguro es que pudiera captar algo para mi blog de fotos aburridas…



En esas noches cuando el lobo observaba tras la ventana el tiempo se paraba y la confianza rondaba en el lugar. Entonces cuando todo estaba en silencio se acercaba junto a la cama y con sus ojos absorbía el alma de los más jóvenes. Enseguida corría para no ser visto hacia lo más oscuro. En está ocasión no tenía que esconderse al amanecer y podía ver salir el sol y recorrer todo con su nueva alma e incluso mezclarse con la gente y perder su figura de perro feroz.



De Hackett se oía decir que era un irlandés de familia bien y que escapo de ella cansado de tanto mantener las formas. Él era un aventurero que iba a contracorriente de muchas ideas que fastidiaban a su familia. Llego a Rosean. En uno de los veranos de más calor. No parecía que iba a quedarse pero fueron pasan una tras otras las estaciones y se instalo en una cabaña apartada del resto. Era casi imposible acceder a ella a no ser andando durante 2 horas. Creo recordar que alguien comento que todavía continua en pie aquella casa.



Ya adentrada en la oscuridad y guiada con la escasa luz de la linterna, siento que mi cuerpo entra en un escalofrío. Y tengo la sensación de que me observan. Supongo que la historia me estaba afectando un poco. Ahí estaba para explorarlo todo y buscar a los lobos y captarlos con mi super cámara. Enseguida la vi, me quede paralizada y la linterna y cámara cayeron al suelo y mi respiración se agitaba por momentos. Leyla estaba en lo más alto y hacia sombra con su hermosura a la luna. Parecía que ambas se hablaban y estaban a pocos palmos la una de la otra.



Al mirarla de frente un pensamiento malo mato el reflejo de la luna llena, Leyla cayo por el precipicio al notar mi presencia y al ver mis ojos cargados de curiosidad se asusto. Leyla entregaba las almas robadas a la luna y no se como las atraje hacia mi. Estaba tan asustada por lo que había pasado que eche a correr tan rápido que no podía respirar y deje olvidado en el suelo todo. Era una mezcla de miedo e impresión de lo que había pasado. Ya cuando amaneció no quería salir de la cama. No había dormido nada y tenia la sensación de que Leyla siguió junto a mí el resto de la noche. Solo hacia que preguntarme lo que había podido pasar y porque cayeron sobre mi un cúmulo de recuerdos de otras personas y vivencias. Era como haber vivido otras vidas y sentir cerca la noche, aunque fuera hiciera sol. Me pase el día con gafas de sol y en una tumbona sin casi hablar. Qué habría pasado a Leyla y a la luna?…, ¿qué me habría pasado a mi?...

lunes, 11 de abril de 2011

Pies de barro


El barro me araña los zapatos, e ilogicamente siempre me enfado con él, pero no tiene la culpa de nada. Le toca estar en el lado de lo desagradable, y lleva ese marrón pringoso tintado en tonos viejos y con superficie inestable. Desgarro a la tierra un poco de su alma al salpicar en la zanja de agua los zapatos. La tierra me deja moldear su figura de mil maneras posibles. Y cada huella recordará al secarse la estancia de un caminante más. No es invierno, no es otoño, ni nada que se le parezca es un suelo arcaico venido de lo profundo, extraño y que he encontrado de imprevisto. No es agradable verse sucia de un tono tan pobre, triste y pegajoso. Salto evitando que su boca trague todo el pie, ya es tarde, se ha comido el agua hasta el calcetín.


El pantalón se mancha de pegotes y la expresión del rostro se arruga. Le echo la culpa al barro, y me disculpo a mi misma diciendo que carajo hace allí ese barrizal, en medio de donde estoy yo. Y yo? Que carajo hago andando por encima del agua sino floto?. No medí la profundidad, ni el color de ese micro laguna nacida de ninguna parte. Pensé que era un oasis y me acerque hasta allí con los pies descalzos y abrasada por el sol. Hasta que no nos hundimos no nos damos cuenta de lo mojados y las meteduras de patas que hemos cometido. Ni sol, ni oasis, ni mundo paradisiaco.


No es el barro, ni lo acuoso lo que buscaba pero allí estaba. La mente se encontrata viviendo en otro mundo de secano y mi cuerpo empapado en despiste y agua real que empezaba a escalar por el pantalom. Debería ver más allá de mis narices y dejar de pensar en lo que no llegaran nunca haber mis ojos, o se lo imaginan. El barro solo quería llamar mi atención y despertarme abrazando mi cuerpo con sus manos terrenales. Es infinito su color y podría dejarme atrapar y caer en sus arenas movedizas hacia ese mundo donde encaje mejor las flores de agua.

Armario de historias


Abro mi armario y la oscuridad me da miedo, se oye un vacío caótico que inunda ese espacio donde viven los miedos y los secretos con corbata y falda según la piel del hipócrita que lo abra. Llevan un antifaz y tacones de aguja invisibles y la cara relavada. La puerta es fría y queda entreabierta a la sensaciones. Su profunda cara me dice sin darme explicaciones como les ve el mundo. Para ir de fiesta tengo que estar dentro o fuera para entender lo que no me dejan entender tanta palabrería de fuera de estos muros. Pero metida no soy igual, escucho el tictac del tiempo y tiembla la pared y sus engaños. Me asfixia y me siento sola mirando hacia un universo de luces fundidas y silencio de los corazones rojos y cuerpos ocultos. Antipática se siente la ropa callando y sintiéndose otra.


Cojo lo primero que pillo y me escondo un rato en la guarida de más adentro en busca de los parpadeos que no encontraba, y así poder poner cara de póker en los momentos difíciles y sin respuesta. Aquí con la fogata de mis ojos solo veo que todo está gris y su cielo no cuenta con lluvia, pero resurgen de todas partes las nubes y su mar blanco de lágrimas saladas pintan su interior encharcando los tobillos de quien sujeta sus muros con la espalda. Se ahoga las pisadas sin oxigeno limpio.


Dentro no existe orden, ni razonamientos para saber, porque se anda sin centro de gravedad, ni referente. El mundo gira pausado e incomodo. Dentro no puedo salir sin que alguien me pregunte. Echo de menos mi caminar, tengo ganas de de saltar y de decir la verdad y ser yo en cada momento. Echo de menos las palabras y me da igual quien seas y como seas, pero cogeme de la mano y sal de aqui conmigo y dime la verdad que yo te contaré como he vestido mis mentiras.

Ni fu, ni fa así es el día



Entre tinieblas, sin música, sin aliento, sin fuerzas. Un ojo pegado y el otro mirando hacia adentro, vagueando. Hoy no perdono la siesta. Estoy con la espalda en un cojín y me planteo dejarme caer al suelo. No me planteo nada. Cae la tarde con sus chorrones de calor, estos se pegan a la camiseta que llevo puesta y está empieza a estar empapada. No hay nada que me apetezca mirar. La música de un tío que no recuerdo ni el nombre y no encuentro podría hacer que mejorase este momento. Suenan varios sms al móvil, uno es de una pesada y el otro me felicitan, porque voy a ser rica si solo mando una palabra. A cual más tentador?. Paso de los millones y de contestar a nadie. Y eso que el día empezaba...


El día empiezaba con el sol, y que no se canse de empezar asi, porque entonces estaremos jodidos todos!!. A veces me pongo a pensar como sería la vida sin mí. No me refiero a desaparecer ahora de repente. Más bien, nunca haber aparecido. Me encantaría poder saberlo. Creo que es como echar de menos a nadie. Quien sabe si echo ahora de menos a alguien que conocí y pensó lo mismo que yo y dejo de existir por voluntad propia. La cuestión es que su ausencia me es indiferente y no estoy triste. A quien no conoces no extrañas. Mejor no conocer a nadie. Es una opción dejar de extrañar, de querer y de saber cosas que llenen un mundo para que luego se larguen.


Me molesta todo, hoy la luz, las palabras, he dicho la luz... Creo que cerraré el otro ojo y bajaré las persianas del todo. Crearé mi noche exclusiva y quien sabe, si encuentro al tipo ese podré oír un concierto donde no tenga que presentarme a extraños. Se llamaba?. Buscaré algo que no tenga que ver con nada relacionado con el último año. Que digo!!!, busco un imposible si solo hago que escuchar música. Pienso a veces que hará la gente cuando yo no quiero existir. Mi familia, mis amigos, los pesados de turno y a turnos. Creo que estarán viviendo a tope este momento cuando yo me planteo desvivirlo, o tal vez se esten planteando si cierran un ojo o los dos. Lo mejor ha sido esta mañana. Guardo en la retina lo que me ha deja el espejo del retrovisor y mi curiosidad.


¿Cuántos semáforos tendrá una cuidad?. No es una pregunta con trampa. Yo tampoco lo sé. Hoy tenía dos.

Miro hacia atrás y veo una pareja que atrae mi interés, se les ve hablando. Ella coge una botella de Coca Cola se echa un trago y se la pasa a él. Romántico y me da sed. Que bonito verles repartir babas y momento de calimocho!!. Él apura el culo de la botella. Y la cotilla del espejo retrovisor, sigue fijamente sus movimientos. En ese momento me imagino que él se bajará del coche y echará la botella vacia en el contenedor amarillo. Vale no pense eso!! Pues noooooo!!!. Fue todo muy rápido. La lanzo a los asiento de detrás como si no tuviera importancia ese gesto. Botella reciclada a su manera!! Mejor no saber como tienen la casa esta pareja y menos conocerles... Semáforo verde e impaciencia del tipo. Salgo disparada.


Nuevo semáforo. Es un hombre de unos 30 años y con barba de 3 días. Es bastante atractivo. Me quedo mirándole y se detiene el tiempo, es lo mejor que he visto en todo el día. Hasta que se mete los dedos en la nariz. Hunde el momento mágico y salgo disparada. Ya no recuerdo si estaba verde el semáforo o lo eran sus mocos. Va a ser verdad eso que dicen de la relación tan íntima entre dedo y nariz en los semáforos... Pase de volver a mirar por el retrovisor hasta llegar a mi destino. Cierro fuertemente los ojos, para dejar que me mate el aburrimiento de esta oscura habitación y dejar de existir un rato.

Regálame una sonrisa


La risa de ella de ti y de mí, sabe siempre a poco, sabe escasa. Siento su arritmia cuando la escucho llegar, cuando se va en segundos pierdo algo descosiéndose la alegría. No puedo tenerla toda como quisiera. Es más que un simple ja, ja, ja, es más que la sonoridad lanzada en un momento de cautiverio y su muerte es inexistente, llegando a vagar por ese lado perfecto que dejo vivir en mí. Se pierde en los pasajes que ha construido para ella el sonido. Es irreverente lo que siento cuando se pone a romper el aire y consigue que sea más feliz si se puede, aunque no la siento toda como quisiera. Guardo sus migajas en un cajón de mi cabeza común y diferente. No tiene salida, ni escapatoria aunque la tiente el no, no, no. Si solo fuera una dosis única elegida para ser conservada en el tiempo no la tocaría. Nunca la dejo más de un día sin sentir, más de un día sin saber que ella está por aquí y por allá. Me recoge ella a mí. Eterna, suave y dulce que se fragua en un punto y se despide aparte. Risa que se aliña de sabores agradables, que se sienta en la hierba contemplando el drenaje de un capitolio suburbano. Sale del sol cada mañana y su aroma torrefacto, hace que la huela antes de sentirla. Me la merezco, la siento y me cubre la cara. Es tan cercana y diferente. Me empapa seduciendo y sabiendo repetirse, para duplicarse al máximo pudiendo ser su ja, ja, ja la resonancia magnética que me atrajo de ella, aunque no la siento toda como quisiera.

Haces que mi alma haga de luz


Los brotes se desgarran por dentro de una camisa de fuerza de manera alocada. No les dejan hacer sus travesuras saltando de cama en cama, de árbol en árbol, de libertad en libertad. Asoman su atrevimiento medido en milímetros y piden que mis manos se acerquen mostrando su curiosidad por cada uno de mis dedos. Están cubiertas de mucha impaciencia las palmas y las mantengo entreabiertas para si alguno quiere posarse en ellas.


La fuerza del brazo sujeta su bienvenida. Inocentes se apelotonan con gran vigor y empujan en fila india para buscar la luz que los guíe, creen todos ellos en la eternidad de una estación llamada Vera. Con un poco de astucia tal vez podrán sentir dos cambios en su cuerpo, si no tropiezan por las escaleras conocerán a Toño, viejo truhán que pinta de naranja y amarillo todo a su paso. No conocen el lugar a donde van y se sienten incapaces de pararse excepto para oler a la brisa que los sujeta en el precipicio de lo extraño. La siguen y salen a buscarla asomándose a su ventana. Y gritando al eco su nombre y el eco responde a cada brote con ironía cientos de palabras. Algunos todavía son pequeños y pueden sentir la protección de los otros que han llegado antes. Es casi imposible no dejarlos de mirar y robar su color y mandar al mundo que se acerque a ver lo que esta sucediendo. Crecen y brillan entre las luces de neón apagadas para ser unos de tantos en la pasarela de su momento. Es fácil meter los dedos entre ellos y convertirse en una rama llena de flores frescas.


Cada dedo teje de plata azulina la arboleda llegando a reflejar en el suelo un verde lleno de esplendor. Todos harán rabiar al viento y lo cortaran a su paso, y el viento se dejará cortar una y mil veces para sentirlos cerca, porque lleva esperando largo tiempo su regreso y recuperar su alma. Automáticamente se cubren las ramas de luz, dejando en su ropaje de dentro a la sombra anidar para ofrecer la inspiración a las hadas del bosque de mí mente.

Paraiso


Ahora que tú sombra emana nostalgia, y se envuelve en caricias que no fueron dadas. Ahora que en el trastero, aun quedan las fotos acartonadas, aparece la luz por la ventana, levantando el pestillo de mis ojos. Cuando lloro- el día grita el consuelo-. Sonriendo al mañana. Hay momentos en que el olor a ti, se queda en paralelo con el olor a primavera. Y la lluvia golpea tu cuerpo penetrando en mis celos. Hay ratos en que no fluyen ni las palabras, pero regresas junto a mi solo para saber que me han editado su silencio, y echas por encima del cielo tu brazo sujetando lo insostenible para tener una mano cerca de lo imposible. Asustando a los pájaros en desbandada. Hay momentos que no hay risas, y por ellos siento que no es primavera y que recojo del suelo las cartas partidas de cada párrafo poético muerto que me atrajo de la nada.