El objetivo de la cámara

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jueves, 28 de julio de 2011

Donde se apago la luz


Pregúntame cuando rieguen las calles con rumores, cuando las paredes escuchen y mi mente sangre de dolor. Dando sus últimos suspiros en el suelo.

Pregúntame si no hallas el índice de la historia y repites una y otra vez mi nombre con interrogante. Hazme saber que es lo que no encaja en todo esto. No te calles ahogándome más con el silencio.

Hazme saber donde no supe dar con la opción acertada. Noto todavía las miradas que me acompañan a todas partes, junto con los puntos suspensivos de un texto que marco las letras de equivocaciones.

Déjame que pueda buscar un poco de lo bueno, un poco de verdad y poder salir de una vez de ese gris que ha cambiado mí piel por las decepciones.

No me des la espalda cuando mi cuerpo busca tú rostro, busca..., que confíes en mis gestos, busca poder dar marcha atrás en este callejón sin salida.

Dame la oportunidad de enmendar toda la confusión y dar la cara ante mis errores. Para poder hallar en algún momento el valor y sacar de su enredo lo poco que pueda salvar del lío que atan mís manos.

Déjame explicarme y dejaré de huir de los recuerdos.

Déjame que mí alma cristalice en forma de perdón…

Abejas en la cabeza


No me olvido. Puede que me haya pasado como el verano, que no me he dejado notar en los meses de mayor libertad.

Quizás ni vuelva a ser de nuevo el interior que guardas, ni ya reconoceras al mirarte en el espejo la luz que hacía despertar cada mañana las ganas de ser única.

Ni siquiera hoy puedo decir que se pasea el eco por la cabeza retumbando. Vaya!!, como se ha perdido esa voz invisible que sabia llegar susurrando despacio hecha silbido en los momentos de soledad, sabiendo entenderte..., sabiendo escucharte en silencio...Dejando a media luz los recuerdos.

No me olvido de saber esperar, podría rebobinar el pasado, enloqueciendo el presente, pero nunca podré sembrar flores marchitas, ni convencer a la lluvia para que vuelva a oler a polen. No he olvidado como volver un jardín tú sonrisa..., y es demasiado tarde para espantar este enjambre.

martes, 26 de julio de 2011

Mejor no mirar


Cuando la arena empina su voz y caen en ella el gemido, la rabia y los puñados de aplausos rinden presencia. Empieza su ida y venida bestia o bella.

El cielo se esconde detrás de ese fuerte ondear de banderas y la música se ve clavada en los gritos.

El silencio, pide silencio. La plaza repleta de astucia, repleta de miedo, repleta de valor, es dueña del terreno de muerte.

El estoque reposa con el filo justo, preparado y frío. La sal de las lágrimas se aparta de los ojos, dejando petrificado lo expresivo.

El baile despierta un cruce de miradas. Ambos saben donde dejar en mejor posición al otro. Hoy el rojo se posa en su espalda. El rojo tiñe la arena.

Hoy la piel siente fuego al sajarse. El duende, el arte y el valor pasean manchados de arena, manchados de suerte. Su traje de estrellas atrae a la noche y al riesgo.

La muerte embiste y da empujones, dejando su sombra metida en el cuerpo.

Son solo ellos que ajustan sus cuentas, mientras el resto ajusta su ocio.

Dan todo ambos, el uno escupiendo su alma y el otro sudando su temple.

lunes, 25 de julio de 2011

Pongamos que habla de la S


La S es la letra que siente el viento al tocar la piel. S de saber Sostener, de Soportar, de Supervivencia, de mandar todo al carajo y poner por delante la Superación y dejar Subyacente el fracaso.

La S de Sueños mojados, que un día se escribieron en papel de agua de esponjoso pasado. S de Sol naciente sin sombra y torrefacto por la insolación de los rayos repetidos. S de Saltar entre las camas y recobrar el aire del techo sacando a pleno pulmón la inocencia. S de Sentirse capaz de crear de las ruinas la ciudad de los sentidos y Salvar al derrotado en ella.

S de Sabor de la dulce vida, que se mece en la boca, en los ojos y en ese olor que profana la garganta con los buenos amigos.

S de Sonrisa que se escapa entre las palabras, que se pega en la mirada, que se regala sin compromiso.

S de Sinceridad que hace volverse trasparente, evidente e incapaz de fallar. S de Sentido común y de Sentido extraordinario, que puede predecir la cura de ese miedo que no se separa.

La S de sonoridad, compuesta en la partitura de los labios de un Solitario salpicado de Saudade. La S de Sinónimo, siendo comodín en la falta de respuestas, de las ansias por sacar mil ideas, y de poder conseguir cambiar la cara.

S de Sencillez, que te hace recordar la distancia de los pies al Suelo, y ver más allá de donde se tropieza la Soberbia.

S de Salud y de no olvidar cuidarse por dentro y por fuera, de cuidar al que vive dentro y al que no puede vivir fuera. S de siempre, de pertenecer a lo seguro, de no dudar y de creer en todo. S de simbólico, dejando nuestra unión marcada con un recuerdo imborrable, y rescatable.

Esa S de Superwoman= superándose a una misma antes que el mañana sea tarde.

S de Silencio sssssssssss…

lunes, 18 de julio de 2011

La niña arco iris


Ella nació cuando la lluvia había olvidado saltar. No llego de manera casual si no cuando el Norte echaba de menos al Sur. Sabiendo llegar, con el “sino” pintado en sus pestañas de princesa de cuento de castillos de cristal. Enseguida se hizo espejo del agua y el caudal de los ríos de las ciudades que beben del secano.

Dejando nueva a la raíz de ese fruto que disfruta siendo objeto y el deseo de la vista por tener. Ella es lo que nunca se acaba, y al mirarla nunca cansa. Ella es un puente trasparente que forma con sus manos para unir un lado y el otro, aunque la distancia separe a las cosas por montañas. No anda un camino, solo sabe subir y subir y contagiar los deseos.

Es la pasajera del viento, y no sabe parar más allá del vuelo del águila. Allí arriba solo puede llegar ella y sus risas.

Cuando llego era sueño, metido en la realidad de un corazón y dividido en pedazos para latir en la noche haciéndola día. Es ritmo que llena de acústica un hueco de frases partidas y gruñidos dados la vuelta del revés.

Ella no es mentira, ni es verdad. Es solo ella, la que recuerda a que saben las primeras cosas, la que hace que todo sea bello. La que aguanta más despierta que la noche y pide guiños al día acelerando su vida. Ella sabe decir todo y sabe como todo se lo dicen. Es esencia de las caricias tibias, parpadeo de las hojas en otoño. Y clamor de mi pecho al dormirse sobre él.

Ella es ese parque que conoce los olores frescos, es ese parque que huele a vida, que huele a ella. Es la línea emergente del amor, es la flor que no deshoja la brisa. Es fantasía de un poema, un verso largo, una canción de paz.

Ella es capaz de prestar sus ojos al sol y navegar siendo dueña del color.

miércoles, 13 de julio de 2011

Del amor a la obsesión

En esa fase cuando se evapora el aroma de los deseos. En ese momento en que se sepulta hondo la melancolía para contarte cosas al oido.



Caen y entran en las ruinas del lado más caótico y desmigado de la ironía las sensaciones.
Te vuelves presa del reloj del tiempo. Atada corta a un mini-mundo, y solo sabiendo vivir en el otro ser.


De esas últimas oportunidades de revivir entre los muertos. Montada en un tiovivo de desorden, creando un ambiente perenne y mareante. Pero aun siguiendo sedienta de amaneceres.
Mueres para saltar de la nada a la piel. Vives para saltar de la piel a las entrañas.



Estando resaca de tiempo, de risas y de llanto que acompañan. La espera se vuelve virutas que vas encontrando. Inyectada de palabras que surcan las venas. Sigues deseando ser su boca.


Solo ves enturbiado el si al cruzarse el olvido, el no de los recuerdos que aparecen y desaparecen. La rima plateada de las estrellas y la noche se queda cortada al saber lo que hay más allá de los secretos.



Viviendo dentro de esa parte ilógica, parte que salta y sobrevive entre las cenizas apagadas, y vuelve a trepar entre las sombras y a sacar de ti la luz del sol. No hay día para perder y dejarse vencer por el llamado imposible, aunque para ellos tengas que dejar cegada a las estaciones para que todas orienten su momento y crean que tu alma es su único refugio, y los ojos el balcón de sus suicidios. Siendo él tuyo para siempre.

martes, 12 de julio de 2011

Soñamos


Mira, ven y contempla los rasgos sin señales del mar. Escucha sus latidos despertándose en el horizonte y veras como te enseño a calmar sus saltos oliendo su pensamiento fresco. Tenemos 4 días para convencernos de que lo que ven nuestros ojos. No es mentira, todos aquellos reflejos que aparta el viento a su paso son nuestros y de nadie más. Se pescan las sensaciones cromáticas de los azules. El color de lo que no se puede alcanzar yace delante de la tierra y su espuma ahogada de sueños viene a morir en nuestra piel. A lo lejos se ve que arrastra las ninfas de los bosques submarinos. Más allá del mar debe existir el lugar donde nace la luz, donde nacen las flores que sonríen y donde muere el dolor, ese dolor que agota por dentro y que no deja respirar.

La arena se permite la confianza de ir alojándose en los recovecos de lo más íntimo y poder saber a lo que sabe lo humano. Es tan efímera sentirla, y casi imposible que pueda quedarse dibujada en la piel. Su manto húmedo y sus aguas cargadas de realidades me hacen recordar lo que nada y nadie pudo dañar jamas. Mi felicidad. Volviéndome agua viva!

Es verdad que me siento parte del fuego que se apaga con el agua, parte de la lluvia dulce que duerme en aguas de sal y resalta en ese pedazo de arco iris que va de Este a Oste. Y parte de la unión de las olas al golpear en las rocas.

El sol despeja las nubes y mecha ardor en las palabras creando un silencio que hace que el ruido llene los espacios. Eclosiona la respiración suave de los labios y florecen los parpados, y las ganas de seguir navegando con los ojos.

Dejemos que todo se haga silencio y que la luz encienda nuestro universo. Mira y contempla el mar conmigo. Mira que el mar nos contempla.

martes, 5 de julio de 2011

Pestillo echado


¿Hoy es?, si, claro que si que sé que día es hoy. Entre el ayer y el hoy existe una laguna sin patos y un cielo oscuro. Me levante una mañana de ese lago y no hallaba preguntas. Algo había cambiado. Todo iba más despacio a mí alrededor y la gente era borrosa. Me movía por inercia. Creo que mi alma sabia donde encontrar su hueco en cada hora del día y arrastraba al cuerpo. Cuando a la mente le faltan motivos para seguir se retuerce y así lo hacía. Estuve casi 365 días dudando de los finales de cada día, e intentando recuperar lo interminable y ausente de las cosas en esas horas que acompañan al día hasta su longevidad.

Gogi la llave?, no?, si?. Es cuestión de mirar al frente unos instante para rescatar un pensamiento tan insignificante. La llave era lo de menos, cuando se olvida para que sirve, y la puerta donde mil veces has abierto. El futuro quedaba en el aire. Goteando vacíos, solo vacíos.

Que no cunda el pánico!!. Será un mal día, una mala semana, un mal mes… un mal año… Cansancio, despiste… esto tiene que tener una fácil explicación.

Todavía recuerdo como se sonríe, recuerdo como se sueña en silencio, como puedo viajar sin billete.

Lo haré frente, es cuestión de asustar al olvido. No tendré compasión. Lo primero es defenderme de esta situación y aprender a reparar lo roto dentro de este universo lleno de caos.

Repaso todo, y no se cuantas veces lo hago. No encuentro ese punto de volver a encontrarme. De reconocerme frente al espejo, de diferenciar mi escritura, la voz, la forma de mirar las cosas cotidianas.

Me ahogué en ese lago, y se alojo en la mente. En lo más profundo se apagaron la cordura. Solo veía lo que flotaba en sus aguas y era confuso e inestable.

Qué hice?, qué no hice?, qué me pasa?...Confusión…

Alguien robo el interior de las cosas bellas, la facilidad de lo aprendido, las palabras que bailan en el viento soplando las repuestas. Alguien robo los recuerdos y la manera de poder fabricar otros nuevos. Alguien hizo que mí rostro tuviera varias expresiones. Desconectadas la una de la otra y dando menos sentido a lo que podía hacer, decir y demostrarme a mi y al resto de personas que me acompañan. Alguien se quedo con mis secretos. Alguien o algo se quedo con un trozo de mi vida durante un año.

sábado, 2 de julio de 2011

La arena


Y mientras la arena se arrastra.

La espina se clava, matando muy lenta.
Y el viento dibujo el mañana, sin un calendario.
Me resisto a olvidar.

Y mientras la arena se arrastra.

El brillo agoniza.
La calle se pierde, se encuentra...
Y la lengua, la muerdo, la hiero.
Me resisto a olvidarte.

Y mientras la arena se arrastra.

La nieve se esconde detrás del agua.
Mi casa me espera, a solas.
La agenda me llama, vacía.
Me resisto a olvidarte.

Y mientras la arena se arrastra.

El miedo, va y se acobarda.
El infiel se arrepiente, pillado en faena.
Y los sueños se duermen cansados.
Me resisto a olvidarte.

Y mientras la arena se arrastra.

La cama se enfría, y sus días.
Y el dedo no apunta, las manos se cierran.
La bala va, y por una vez se desvía.
Me resisto a olvidarte.

Y mientras la arena se arrastra. Mi mente con ella.