El objetivo de la cámara

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miércoles, 23 de febrero de 2011

Silencio





Hay personas que viven en círculos. Hincan el camino como si desearan llegar cada vez a un destino nuevo. Sería grandioso poder hacerlo sin echar la vista hacia atrás... Pero su fin no les lleva nada más lejos que andar sus propios pasos. Y me pregunto : ¿dónde está el limite?. Me falta saber donde queda, para alejarme de él. No quiero que una palabra, o línea deje más acá, algo que deseo que este más allá. Me gustaría rabiosamente saber en que posición se puede colocar la libertad sin que me pille los dedos el límite. Debe ser que la tiza que marca un lado y otro se ve mal. Ya no quiero que pases tú, ni tú, ni tú tampoco sin llamar. No quiero que sea como antes.



Es mi lado, mi momento, mi vida. Esa que hoy voy dejando morir en segundos. Delimito mi castillo sacando mi lado medieval. Allí, tengo lo mejor de mí. La pureza de mi alma ó lo que queda de ella, lo que más amo. Todos tenemos una tiza para marcar la cruz donde nace el tiempo y a quien se lo donamos... No quiero dejar pasar a nadie sin que su rostro me deje ver solo una sonrisa. Me gusta la gente que pase por la puerta sabiendo que no hacen falta las palabras. Cada línea de silencio que me envuelve será parte tuya. Cada gesto, cada objeto con nombre y sin el. Porque ya no hay límites cuando no hay que pedir nada. Sólo queda pensar que nunca se sabe todo.



Hoy sé que vas a dejarme intacto mi espacio. Lleno de silencio... Hay gente que va pisando cáscaras por la vida para llamar la atención, rompiendo el sosiego. Mi pie puede ser más o menos grande. Y hacer el mismo ruido. Pero prefiero que mis dedos tomen el suelo de puntillas y con gran sigilo seguir, sea cual sea el destino, tierra, mar, o aire. Al final estará la sinceridad que necesito. Los límites del silencio y del tiempo se recogeran en un horizonte que domirán mis ojos mientras paseo.





A veces el silencio es un aliado para buscar la paz interior y otras veces un falso nombre de la cobardía... una palabra desafortunada puede hundir tu morada y la tranquilidad dejar de habitarte temiendo perderlo todo... Quién tiene permiso para romper ese silencio?, quién sonríe, quién no necesita palabras. El tiempo deja las puertas abiertas para poder llegar caminando hacía uno mismo.

lunes, 21 de febrero de 2011

¿Realidad?



Quizás somos o no somos lo que soñamos. La duda cae en la mente haciendo que pensemos en que somos un sueño vago de pocos segundos en una noche sin importancia. Cada sueño empieza en un instante, y su final puede durar toda la vida. Único, porque así necesitamos sentirlo, o nos lo han hecho sentir. Diferente con sus cambios absurdos. Se va trasladando de la realidad a la no evidencia. Eres dueño de un algo, de ese mundo que se deja ver con los ojos cerrados. Aunque se cree que se llevan abiertos.


Es más rápido salir corriendo para poder saltar y pertenecer un poco al siguiente estado, donde la imaginación vuela tan alto que nadie excepto los soñadores, han estado allí. Eres todo y nada sin dejar de creer, porque tienes la capacidad de tocar el sueño con la mirada. Es imposible no figurarse cada escena que trama lo inalcanzable. Y sentirla pegada al alma. Acaba siendo agotador detenerse en un punto y repetir una y otra vez el instante efímero.


No da miedo entrar y salir de la imaginación del que sea. Como en una puerta giratoria. Siendo parte de algo tuyo o de otro. Anoche era un tropiezo tras otros de imágenes revueltas y sin control. Sin sentido soñaba o me soñaban. Raro pero cierto. Era visible para la imaginación, la cual no quería ver otra cosa que no fueran ideas sueltas. En él no podía tocar nada, ni a nadie, pero allí me encontraba dejando caer la curiosidad hacia todos los lados. Como coger el sueño entre los dedos y que no desaparezca, volviendo a ser pizca de un algo no inventado. Me veía siendo parte de la mirada curiosa que busca en el más allá. Sin control mío, ni de nadie que hubiera sabido de mis sueños.


En ese momento de ficción aparecía mi cuerpo de espaldas a mis ojos dormidos en que se yo que sueño. La irrealidad me hacia mantenerlos abiertos y la mirada fija hacia ella, reconociéndome a mi misma en esa silueta de mujer sin rostro. Sentada estaba ella o mi espectro nocturno, en el regazo de un riachuelo de aguas cristalinas. No hacia más que acariciar su frescor sin girar su cabeza. Los sonidos se iban acercando acompañados de tonos asilvestrados de fondo.


Parecía sacado de una película de las que no se olvidan. De las que se miran para querer ser parte de las mismas. De esas en que ella necesita que aparezca él. Quiero pensar que ya no le necesita, ya no busca su reflejo en el agua. La música tan suave se calla dejando en silencio todo. Ella no gira su cabeza ante mi presencia. Sabiendo que era observada.



Allí se quedo metida su mano en el agua, muy quieta su figura difusa. Rodeada de un paisaje de naturaleza brutalmente pura.



Él no está junto a ella, intenté con mi mente hacerle aparecer, sin existo. Y sólo aparece la frustración al sentir el vacío de ella. Nuestro vacío. No recuerdo más que a mi misma despegando los parpados y volviendo a ser realidad o sueño de otras personas. Si es verdad eso de la realidad. Que todavía lo dudo.


Ya no sé si sueño mi sueño ó sueño las vidas de otros. ¿Era un sueño dentro de mi sueño?. Soy soñadora de otros sueños que antes soñaban conmigo. ¿Como saber que es verdad o mentira dentro de todo esto?.

domingo, 20 de febrero de 2011



¿Quién eres? Eres luz en mi vida, el último fósforo de aurora encendida que deslumbra al miedo. Debilitado corazón que aún siente la llama, y lucha encendiendo la hoguera. Sacando agallas, ganando, perdiendo.... Eres este instante, envuelto en saber y en no dejar de querer. Eres maestro, amigo, perdón sin engaños...

Eres refugio de la melancolía tantas veces guarda. Delirio de cada fantasía, loca pasión, fantasma inquietante... Eres pintura fresca que pinta mi alma del color que necesite mi día. Eres la palabra más fuerte y el susurro del viento en calma. Eres la risa dulzona de la mañana, la carcajada temprana, la broma detrás de un viejo sauce con sabia de libro de cuentos, de sueños, de inventos. Eres relámpago desierto de rabia que calma al trueno.

Eres ángel envuelto en palomas que viaja y cae en brazos del triste. Eres la ida y la vuelta de muchas historias y muestras los lados opuesto a necios, dejándo muy claro que sabes pensar y dices las cosas sabiendo de ellas, y dando de nuevo la mano.




Eres parte de todo en lo que hay vida, eres magia y sabor conocido. Añorado. Eres el baile nocturno, el canto del alba. Eres la risa perdida, los sueños más soñados, que atraviesan fronteras, que viajan encima del mundo de noche. Eres la estrella sin cielo, la rosa atrapada en las manos. Eres tú, a mí lado.

viernes, 18 de febrero de 2011

Adosados al dolor



El dolor lleva todo el santo día mordiéndome un lado. Apago el Pc para dejar de distraerme y centrarme en él. Lleva muchas horas conmigo, se hace incomodo tenerle de forma constantes adherido a mi y estrangulando el ánimo. Ayer estaba bien, pero hoy me empuja hacia un lamento silencioso. No chillo, pero mi cara es un poema. Estoy cansada creo que me he excedido un poco toda la semana trabajando y dedicando tiempo a aprovechar al máximo, el dicho tiempo, Me falta tiempo para descansar. Palabra que sabe a miel en la boca, descansar...


Y ahí sigue el dolor. Ayer no sentía nada. Salí de casa con el pelo mojado y la lluvia siguió penetrando en mí para sustituir la humedad de la ducha por la humedad de cielo. Y la ropa sufrió el chaparrón. Me gusta sentir el agua, me hace sentir libre, oler a pureza, a tierra empapada, es reconfortante esa sensación. Me llama D y dudo en cogérselo. Solo busco tranquilidad y siempre aparece. Necesito que no aparezca otro dolor. Después de hablar con él, me doy cuenta que aparece el segundo, con lo cual ya tengo la parejita. Ya no es un dolor solitario, tiene compañía.


Ninguno de los dos puedo hacer ahora mismo desaparecer para siempre. Me quedo pensando en el más alla , perdida y repasando la conversación telefónica. El dolor corporal se achica y el emocional arrastra mi cuerpo contra las cuerdas del Rin. Sigo queriéndolo. Mejor dicho sigue siendo parte de algo de mi vida. Rara vez me siento bien después de hablar con él. No me acostumbro a dejar de lado sentimientos que marcaron un pasado muy, pero muy pasado. Enciendo el PC tengo que salir de pensamientos que no me llevan a nada. El cansancio es un tercer dolor que cae de golpe sobre mí y me deja en estado de nulidad total. Y pongo un poco de música. El dolor uno sigue, pero leve. El dolor dos me deja con un pinchazo en el pecho. Se pasará al rato como siempre. Y el cansancio solo hace que recordarme, que el colchón y la almohada me silban llamando mi atención desde que entre en la habitación. Voy a mirar los mail. Ahora me da miedo abrir los correos.


Creo que el año pasado abrí tantos con dolor, que no quiero que aparezcan más y se añadan a los que hoy ocupan mi tiempo. Ese personaje sin rostro del que hablábamos y que maneja las agujas de cada segundo que restan a nuestra vida. Tiempo para mi... Pienso mucho en el y lo busco, lo necesito para recupérame y parecer humana. Debo sacudir todos los dolores y salir con un rostro de buenos amigos. ¿Qué es peor un dolor físico?, ¿dolor emociona?, ¿o no tener fuerzas para vencer a ambos?. El dolor uno se irá con el dos. El dolor al miedo me persigue desde hace un tiempo y con ese no se juega. Tampoco conozco sus reglas. Así podría ganarlo alguna vez. ¿Puedo hacer trampas para vencerlo?. Sobreviviré a esto solo es dolor del que viene y se va.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Llena



Ellas se sientan juntas, no dicen nada las unas a las otras, y sin pasar ni una décima de segundo entrelazan sus miradas en cada momento enigmático y llamativo que las asombra. Sienten igual, solo hay que mirarlas un instante para darse cuenta que existe esa química inseparable entre ella, da celos la unión tan sólida. Sin fisuras, ni lamentos de cara para a fuera. Son muy listas y saben engañar al viento con sus mentirijillas para hacerle correr y dejarle sin respiración. Y él, se cree todo, soplando alto y dando giros para despeinar su perfecta figura.


Nacieron del color de cada una de las estaciones, para llamar la atención, aunque ya la llamaban en el momento en el que salieron en lo más alto, ni se sabe cuando de aquello. Se tiñen en las sombras de color carmesí para dejar su rostro aniñado y sentirse un poco mayor. Pongamos que hablamos de jovencitas reviviendo una noche tras otra su primera vez. Es bella cuando está sola y nadie la acompaña. Aunque sus otras hermanas son tan similares a su hermosura. Ella tan completa y mágica queda muda ante el mundo. Sabe hablar sin hablar. Y mira de reojo cuando se siente observada.


Es más que un tiznón claro de luz en la oscuridad. A veces cabalga entre nubes invisible y se sienta en los rincones de los tejados para poder soñar ella sus propios sueños. No sabe que nace y muere cada noche, y se acurruca en lo más oscuro, porque no quiere asustar a las aves de paso en sus viajes hacia su destino.

Lo sé



Atiéndeme, escucha y no te des la vuelta al marcharte. Espera a que el último grano del reloj de arena se lance y pierda el día su mejor momento. El sol saldrá mañana con la sonrisa puesta y con ganas de bailar el último baile guardado solo para mí. Detente, sé que es tarde, pero déjame que memorice un beso en los labios. Déjame que me robe el sabor de tu boca. Para que luego no digas que no supe besarte.


No voy a quedarme sin darte lo que ya no me atrevo a llamar amor escondido. Salió hace tiempo de todas las maneras que la sin razón pueden y no deben imaginar. Engañando a la ilusión. Pero feliz. Ahora ya es tarde, lo sé. No voy a llorar con lágrimas en los ojos. Se fueron secando con el viento hace tiempo de cada uno de ellos. Perdí sabia, sal, amor, cayendo el alma en pedazos envuelta en humedad. Ahora, solo sé llorar cuando la lluvia acaricia mi cara mojando la mejilla.


Lluvia caída de ninguna parte que va surcando mi mar, mi cielo y deja naufragar un sollozo eterno. Hasta hoy. Es mejor que la luna reflejo un pasado, donde si creíamos en ella. Dejemos que cada estrella se despida de la bóveda cristalina de nuestro mundo inventado. Vamos a dar los pasos que no dabamos para llevarnos cada uno de nosostros las que más noches hemos mirado.


Mil noches he llorado, mil estrellas se han llevado mis pupilas, cegándolas. Mil y un sueños han perecido. Y un pedazo de vida la noche se ha llevado. Es resto es tuyo. O de otros ojos que miraban. La noche reclamará lo suyo en cuanto sienta el miedo en la espalda...

domingo, 13 de febrero de 2011

Enamórate...



Enamórate de mí, déjate llevar, y se parte de una realidad traspasando los sueños. Déjame conocerte y saber donde se encuentra ese lado bueno que no muestras. Sé mío y de ninguna otra, deja clavada esa mirada en mi.

No me hagas bagar por esas noches de bares con olor a tabaco, a suciedad y a besos con sabor a alcohol desmesurado. No quiero buscar tú boca perdida entre vasos vacíos. Ni quiero verte solo entre calles oscuras.



Enamórate de mí. Cuando el ocaso acoja el cielo penetrando entre las ramas de los árboles. Enamórate y dímelo. No con palabras, dímelo como tú sabes decirlo. Dame eso. Aunque solo sea un día llena mis oídos de amor. Juega a mi juego y prueba cada uno de mis sentidos.


Enamórate de mí y dime que mi ausencia ahoga tú garganta, y que me he convertido en su mejor trago. Miente y hazme adicta a los instantes. Guarda en mí las sensaciones que me dejen en un limbo de caricias y encierra mi corazón en tu pecho para que viva allí para siempre.


Enamórate de mí, pinta en mi piel las noches de azul celeste, rompiendo con el negro unido al vicio. Calla al silencio y dime que me amas. Susúrrale al viento que no me vas a dejar. Y márchate dejándome muerta. Pero déjame morir lentamente, abrazada a ti.

sábado, 12 de febrero de 2011

¡Mea culpa!



Nadie es perfecto, los errores se cometen todos los días. Algo malo, un tras pies... llámese como quiera, te puede dejar en un antes y un después de un camino muy distinto. De la recta se pasa a la curva y de un suelo firme a un suelo que deseamos que nos trague. No debemos caer en el error de pensar que lo que se ha hecho es un fallo innato de la persona. Y martirizar a corto, medio y largo plazo ese recuerdo que acompaña a la maldita memoria en la mente.


La palabra culpa no esconde nada más que un hecho que paso y por circunstancias no debería haber pasado nunca. Declaro el “Mea culpa” en silencio y por escrito pidiendo perdón a quien hice daño de alguna manera y no supe decírselo a tiempo. Y a quien se lo dije, solo me queda dejarle un poco de mi alma, y cada sentimiento bueno que quede dentro de mi ser, para resucitar algo que transita dentro de manera cadavérica.

La imperfección a veces toca mi complejo mundo y cada decisión pesa en los hombros, dando pasos a veces desafortunados y donde no solo se hiere a alguien. Un poco de ti muere para siempre cuando se quiere a esa persona. El silencio se volvió un aliado y un castigo.

Al mirar el espejo los ojos pierden brillo, apagándose la inocencia... Ojos que han encontrado su refugio en el suelo, asustados. Tristes. En ellos se asoma el remordimiento dejándoles cegados. Queda en primer plano la desconfianza, la duda, el enfado, lo canallesco de la acción y la ignorancia de no hacer pero haciendo que es lo peor. Se cambia los papeles para pasar de protector a depredador dañando al que más se quiere. Ahí queda mutilado el ánimo y en el corazón se asientan posos de melancolía aplastante...

¡Mea culpa!, ¡Mea culpa!, ¡Mea culpa!,...

Lo siento y gracias por las nuevas oportunidades que disteis a este pequeño desastre con piernas.... Ahora ha convertido todo en invisible, en reflexión y cobardia ante lo que hace y lo que escribe. Dolor, dolor dolor que no deja respirar. La mejor forma es evitarlo, para no convertirse en ángel caido en un entorno de demonios, brujas, mentiras... Si ya no es tarde y lo es, aunque no lo sepa. Solo queda redimir los pecados eternamente, que se dice pronto.



"La esencia de la felicidad consiste en que aceptes ser el que eres" (Erasmo de Rotterdam). Y yo añadiría, " y perdonarse a uno mismo".

viernes, 11 de febrero de 2011

Atrapada


Enamorada de un sueño, antirromántico, dejado solo y poco convincente, si se toca de carne y hueso. Sueño soñado, sueño con sapo, alcohol y palabrotas que brotan que saben y huelen.


Que se sueñan pocas veces en la vida. Que se quedan y se marchan, y hace que sudes en la cama y abras los ojos para atraparlo antes de que se fugue de la mente, del sudor.


Cada noche me enamoras, robas un latir de un corazón somnoliento. Fresco de amor de reencuentro. Cada noche vences y ganas un hueco habitando el cuerpo, saliendo de dentro.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Detrás de ti

Sin ir más lejos se detuvo el tiempo y tú cuerpo enfrente del mío. Detrás de una cortina se escondía una verdad, una mentira, un sueño o dos, tres… Caminabas entre sombras de un gris gélido, y yo dejaba a la noche morirse en los brazos, esperando a que llegaras para resucitar al día. Eres brisa, No, eres viento fuerte que sopla sin un destino. Bueno, el mío. Vas hacia mis ojos y su calor. Dejabas a las palabras inquietas según caminaban junto a cada paso que dabas. Y quedaban las emociones sujetas en la boca, como trapecista sin red que no siente el peligro. Las pupilas torpes e impacientes releían cada frase volátil en un mundo de fantasías.

Las mariposas en el estomago se dejanban llevar y perdían el rumbo soñando esos sueños. Queriendo vivirlos. Celosa de ellos. Muriendo con ellos. Noche a noche sentada en la espesa oscuridad, brotanban un poco las flores de un jardín sin belleza. Pálido y con aroma a tristeza y lleno de decepciones. Cada sentir del aliento de tú boca me atrapaba, envolviendo todo y desfigurando el mundo.


Reviviendo la emoción de creer lo que soy, para cerrar la oscuridad para siempre. Dando pasos hacia la luz, a tú claridad, para juntar el reflejo de nuestras almas. Circunstancias de la vida salían a nuestro encuentro llevándonos hacia caminos opuestos. Invirtiendo a la suerte. Dejándonos nuevamente tintados de soledad y opacos. Abrazabamos con nuestros cuerpos desnudos a la luna redonda hasta dormirla, para salir a buscarnos cada noche, retando a todo. Imparables, sediento el uno del otro. Para dejar su belleza blanca oculta tras cada parpadeo del olvido. Y ella fue reduciendo sus formas hasta dejar las nuestras unidas. Volviéndolas noche, día, pecado, perdón...