Sin
ti parece que el mundo dejo de respirar la fragancia de hallar…y se escapa entre
el pelo esa mariposa que acaricia a ratos cada sabor que brota sin temor.
Sin
ti no queda más para escuchar, ¿Y quien puede acercarme de nuevo al viento, y
oír sus voces?, ¿Quien puede saber donde parar sin destino?. Y como volver a elegir
entre los próximo y lo no vivido.
Y
recuerdo lo que me hacías sentir, y aun retengo lo poco que fue un suspiro de
sueños, un desatino y un yo que nunca debí de despertar. Y esa luz que parpadeo
sin parar entre mi pecho y las melancólicas sensaciones, va pereciendo. Qué
palidez hay ahora en nuestros mundos, que poco atractivo es arriesgarse a lo nuevo.
Y no estas.
Ahora
es tan diferente el día, tan pocas palabras caben en la espera como antes. Camino
como una mujer venida del silencio, como una mujer que huye de su fiel
pensamiento. Y con un grito sin sentido me dejo perder por dónde no podía ir
antes de sentir. Lucho contra mi misma tapada a oscuras. Deshago en mí lo más remoto…
y muero desnuda de emociones. Sin limites, sin prisas, sin más que decir y
hacer…
Qué
lejos han quedado lo absurdo, lo obvio y las esquinas de las calles que nos
supieron juntar. Y me pregunto que pasará cuando todo se pierda. La oscuridad se
adhiere a la carne y el sol valiente te echa de menos, aunque sigue reflejado
en nosotros.
Vuelve…vuelve
a buscar el orden dentro de todo desorden haciéndolo imborrable.
No
puedo pensar… ni decir… ni oír… no puedo jugar a ser y no ser… a querer y ser
querida. No puedo ser ya la misma de antes.
Trazo
a trazo debo invertir el comienzo para que no llegue la impudorosa cobardía. Se
agota cada posibilidad…Vuelve…vuelve a engancharme nuevamente a lo onírico de
la locura.