Mírame,
como mira el arco iris cuando desemboca en el sol. Respira el eco de mis
latidos al girar cada esquina del querer. Y siente que cada palpitación es solo
tuya.
Amor
déjame decirte una vez más que estoy ciega sin los besos. Aunque la voz se
rompa por callejear con historias, sabrá buscar un suspiro que calme el aire
salvaje de los sentidos a la deriva.
Déjame llenar de flores el mundo para que vivas en un jardín de eternidad, en un edén lejos
de la maldad. Pero dentro de esta euforia.
Pía
mi alma esclava saltando de mis sueños a los tuyos. Persigo la calidez de tu
refugio sedienta del calor de nuevos días. Rozan las pestañas el corazón
pintado en cada parpadeo sin tenerte, y mis manos recogen las lagrimas de cada
tormenta mala q te empapa. Déjame ser
ese oxigeno de vida que purifica la piel llenando tu espacio de vocablos bellos.
¿Ves
como resplandece la brisa y el sol cada mañana rezumo valor entre las hojas
marchitas?. No te puedes marchar de mi lado. No puedes ser un mero cuadro, un off
de media noche, una vela que se consume… los últimos segundos de una balada que
hace que se encoja el día en su final.
Se desbocado
el pensamiento a cada instante para atrapar los recuerdo. Es tan cruel matar cada noche a las emociones, pero mas cruel se me hace apagar cada estrella.