El objetivo de la cámara

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martes, 29 de marzo de 2011

Love Song



Ya no soy la canción rota que se compone con la guitarra sin cuerdas. Ni aparezco en la sombra del trovador cuando es despojado de su creación más bella. Quedan las musas apoyadas sobre el solsticio, mientras las partituras de mi vida se abrasan en el rojo olvido de estás páginas. El viento con su doble reverso deja hacia afuera la melancolía para que los pájaros venidos de las estrellas se la lleven. La sonrisa es el despertador que no me molesta por la mañana escuchar.


Ya no soy la mujer sin reflejo que se quema en un incendio de los quebrantos, ni soy la calle empapada de misterio que invita a vagar sin final, hacia una decena de posibilidades de elegir.


Ya no duermo escuchando al pensamiento como pasa las hojas de los libros escritos con capítulos sin ninguna estación de parada. Ya no es malo equivocarse, ni pesa dejar de ser buena para ser un poquito mala. Cada rayo me señalará el camino para ir construyendo mi cielo eterno. Y podré subir sin pedir permiso para coger del brazo a mi destino y darnos una vuelta por esos barrios donde la gente no juzga a nadie.


Ya, como fulana de tal me despido dejando la casa recogida y la cama sin hacer, porque ahora dormiré para que los sueños se despierten y no vivan encerrados en mengana de cual.


Dejo un adiós silbando muy bajito a las letras borradas y las frases engañosas, que han devorado como buitres la carroña que mí alma portaba. Y tararearé tantas veces nuestra canción hasta que todo el mundo la recuerde.


Se rodea el perdón de compresión que se ha ido deshojando de cada flor de verdad y con el tiempo. La tierra vuelve a ser mi hogar y me da la bienvenida abriendo las puertas de par en par. Es el mejor sitio donde voy a poner la simiente de cada nueva oportunidad que tenga, y ahora sé que está bajo mis pies el futuro. Porque ahora, si que si, es mi sitio para volver a empezar. Vienen hacía mi lo que nunca esperé que llegara, la emoción, la sinceridad sin complejos, la rutina de los amigos y la ganas de comerme el mundo despacio y sin olvidar la sobremesa con la gente que me da la vida cada día.


El corazón ahora y más que nunca se buscará algún compañero de trajín para ir de acá para allá... Y la locura que se salve como pueda, y si es posibles que salte como piojo de cabeza en cabeza, y que tenga suerte!.


Hasta siempre y no olviden que la vida es un constante ensayo-error.

jueves, 24 de marzo de 2011

Beso

Tengo que buscar un extraño y enamorarme de él y que huela a verdad. Y saber ser poeta de esos con 5 letras que venden los versos con solo mirar. Y soñar con un solo cuerpo. Su cuerpo penetrando en el mio. Quiero encontrar un guía, que guíe mis labios. Atrapar en cada realidad un minuto y jugar con 8 letras cansando a los "te quiero, te quiero, te quiero". Y que su boca se coma la mía. Beber su sonrisa y bañarme en él, llegando a quererme ahogar. Debo dejar curar las alas tan rotas y no volar aras de la irrealidad. Quiero escribir entre nubes y surcar uniendo el cielo y la tierra. Uniendo su boca y la mia. Quiero anidar en la espalda y levantar polvareda dejando caer encima la arena de cada encuentro. Quiero ser su poeta, cantar en sus ojos y pintarle la luna en su cuerpo. Besarle y dejar dormida cada uno de sus heridas. Solo pienso en setirle muy cerca, arrancarle la boca y sacarle de dentro un trozo de él. Solo quiero un mínuto de sol, para saber lo que es de nuevo el amor y me devuelva la vida.

SENTADA EN NINGUNA PARTE


Vida doble. ¿Como saber que parte de mi poner por delante del alba y cual dejar que se vuelva parte del olvido?. Cada locura me hace ser libre y fiel a mi misma, y engañar a cada eslabón que se enganchaban a mis cadenas. A veces me dan ganas de beber y beber tragos de ese líquido incoherente que mata, para ver todo borroso y dejar al mundo boqui abierto y perfecto. Tú sigues siendo mi antídoto en todo esto AMOR. Aunque es más fácil si me despojo de mis gafas y más cobarde para poder evitar sus consecuencias. Dejo en paz al mundo que bastante tiene con morirse cada día un poco. Y vernos morir a todos.


Llueve fuera y hace frío y la gente lleva cara de prisa, incluso diría que de mala leche. Todo esta gris y se puede arrastra la tierra con los ojos apagando su color. Siento dudas. ¿Qué me toca buscar?. No me apetece dar pasos y mojarme los pies. Es como sino quisiera salir de casa. He perdido las ganas de secarme después de la tormenta. No voy a dibujar con el dedo en el cristal un sol como cuando el cielo me pedia una estrella. Ya no me ilusiona ver como nace de mí y sale entre la lluvia. El vaho del cristal está esperando a desaparecer y ni ganas tengo de borralo con mi mano. Prefiero las noches tristes y solitariasn, y pasear sin sombra en plena oscuridad. Y crear mi propia música por encima del maullido de los gatos y del ruido entre la basura de alguna rata de callejón que sale a tomar la luna como espejo.


Es evidente que con la mente puedo acercarme a ti y susurrarte que te amo. Me cuesta soltar esa palabra cuando solo se lo susurro a los sueños. Siento que te he perdido. Nunca te tuve, aunque pudieras ser en muchos momentos parte de cada pliegue de mi piel, tu cuerpo. Tus palabras, las letras que unieron nuestros caminos en el ombligo se han marchado. ¿No sé si es malo o bueno no sentir calor carnal y dejar perecer ese lado?. Antes tragaba saliva para matar a los recuerdos y a las sensaciones. Ahora ni eso.


Podría determinar matemáticamente todas las posibilidades para saber quererte y llegar a ti. Aunque a veces creo que no doy con el “EURECA”. Y desvío el cuerpo hacia otra dirección dando la espalda. Será mejor dar la vuelta a lo llenado y romper la recta de los objetivos. Hoy es un día sin noche y las froteras se han vuelto el lugar de descanso de quien no sabe donde estar. Haré una rellamada con mis ojos hacia los tuyos, si nos cruzamos antes de que vuelva a ser otra mujer.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Leyenda



Acciones matan amores. Es lo primero que pienso al recordar a Ana y a Eva. Ana y Eva se conocen desde hace más de 6 años. Ana siempre se ha mostrado muy tierna con Eva, incluso diría yo que demasiado. Eva tiene un carácter muy especial. De esos, que cuando salen fuera dan ganas de esconderse debajo de una baldosa. Ana siempre sacaba su sonrisa y curvaba una de sus cejas ante la trasformación de su amiga. Confiaba en que su cara de niña buena, haría a Eva perder fuerza y poder llegar a ella sin tantas voces, ni gestos agresivos. Pero había días en que dudaba en merecerse a Eva como amiga. Su comportamiento ya sobrepasaba la confianza.


Para Ana, Eva era una chica con grandes sueños y que su frustración venia de no poder sujetar el mundo con un solo brazo. De momento solo usaba sus puños ante el mundo. Eva perdía los papales muchos días y Ana ya no sabia como cambiar esa situación. Su sonrisa se iba estrangulando y las ganas de pasar tiempo junto a ella se iban perdiendo. Eva confiaba mucho en Ana, compartía sus problemas y preocupaciones para sentirse mejor. Y dejaba fluir ese lado de demonio y ángel que envolvían su cuerpo por semanas. Tan cambiante y contradictorio como un reloj sin agujas. Ana quería mucho a Eva. Pero un día la dejo de querer y Eva no se dio ni cuenta. Ana perdió ese cariño hacia Eva y no dejaba de pensar en que su nuevo corazón era más feliz sin tanto grito, ni quejas de Eva.


A Ana al principio la costo sentirse liberada, y no estaba segura de que era lo que sentía ya por Eva. Eva y Ana se alejaron. Más bien las circunstancias la alejo. Apareciendo un enemigo común que las acerco un poco. Ana sentía ese cariño perdido que resucitaba de la nada. Y Eva acogía a Ana de nuevo y se sentía feliz. Ana había extrañado a Eva pero, Eva seguía siendo la misma criatura que se trasformaba. Eva estaba muy ilusionada y preparó una cena en su casa invitando a todos sus amigos. Esperaba que Ana estuviera también. Pero Ana enfermo justo dos días antes y no pudo ir a la casa de Eva. Eva pensó que Ana seguía enfadada por el pasado y no la creyó en ese momento. Pensó que solo era una escusa para no verse. Esto supuso para Ana un dolor emocional, más grande que la enfermedad por la que estaba atravesando. No os lo he dicho, Ana es muy sentimental. Y su corazón se partió en dos mitades quedándose sordo y dejando que la frialdad se apoderara de ellas. Ana y Eva dejaron de hablar entre ellas. Ana estaba triste y rodeada de enfado. Y Eva estaba triste y rodeada de malentendidos y mucho orgullo. Ana intento explicar todo aquello, necesitaba que Eva supiera la verdad. Y Eva lo entendió tarde y mal. Tarde porque paso 1 años desde entonces y mal porque la enfermedad de Ana era muy grave. Eva se enfado con Ana por no ser clara, y la pidió perdón entre dientes. Eva y su orgullo. Por un tiempo Ana y Eva parecían haber encontrado un equilibrio a sus pequeños desencuentros. Se veían de vez en cuando para contarse sus cosas y disfrutaban de los inviernos con su café caliente. Ana empezó a ser más distante con Eva, tampoco recuerdo por qué. Eva estaba muy ocupada con su vida llena de nuevas circunstancias. El último año que me encontré a Ana por la calle, casi no me hablaba de Eva. Solo me dijo que ya no era como antes. Que se había vuelto totalmente un extraño. Llame a Eva y me molesto su forma de hablar de Ana y su crueldad contando cosas que salian de contexto. Eva nunca entendió el cariño que Ana sentía por ella. Me di cuenta que Ana ya no hablaba de Eva, y que había aprendido a dejar de querer a la gente que no sabia entenderla. Creo que Eva esperará a que Ana vuelva algún día. Pero no sabe que Ana se ha marchado para siempre de su vida. Ya no tiene el corazón roto por no ver Eva. Algo roto es imposible volver a romper. Ana es feliz y Eva no sé como la irá, suele dejar de hablar a la gente cuando no entiende las cosas.

domingo, 20 de marzo de 2011

Olor, sabor, sentido y olvido.


Sin gusto en conocerte. Sin sal, ni salida... Sin patio de recuerdos. Ni almacén en cada diente. Se marcha. Sin sentido. Sin flor con olor. Sin rayo con luz. Se apaga. Se alarga. Insípido queda la tierra ya desterrada. No huele a temprano, ni a tarde, ni siquiera huele a ti. No digas que menos a mi. No estas ni tú, ni estoy yo. No hay nadie. La música no sabe ni a rock and roll, ni los barcos huelen a viaje. La acuarela azul se pone seria y la verde se tapa ante mí..., no hay frescos que refresquen la pared. Ayer corría sin esencia la hierba mojada. Ayer saltaba el cielo en las pupilas sin saber en que calle me encontraba. Sin aroma. El panadero, el pescadero, la florista, se volvieron invisibles. Ni pan, ni pescado, ni dulce olor a vida se sentía. Mama y su cocina también se escapaba. Sin rastros. Mi ropa dejo de ser perfumada. Siendo neutra. Empapada en que se yo. Preguntaba a la niebla, a la noche y al quien se dejará. ¿Y las fragancias? ¿Muertas?. ¿A donde irán los olores que no se huelen?...

No soy objetiva. Tengo hormigas en la garganta. No huele mal, no dicen mis gestos nada. Ni saben. Los despojos y mi hocico se caen bien. ¡Hola quien sea que estas sin estarlo!. No sé si estas, o no lo estas. Ahora seremos más que amigos. Ya ni sabueso, ni rastreador. Solo es insulso el día y su tribu. Las flores desprender rubor. No atiendo. Las dejo. No huelo. El chocolate, el olor a café, el jabón mientras se envuelve en la ducha, las sabanas limpias, la fruta cortada, los recuerdos. No los recuerdo. No huelo, eso es, no huelo. No lo recuerdo, No puedo saber a que sabe el amor, la tristeza, la opacidad de cada bocado. No me gusta. No me gusta… no poder recordar el sabor de tú saliba que me dejaba enloquecida.

viernes, 18 de marzo de 2011

Hecho está



Semana de lucha. Que pena no poder pagar vacaciones a la agónica enfermedad que machaca lentamente al cuerpo y me va dando fuertes sacudidas... Y nunca mejor dicho lo de lucha, que puñetero dolor me ha estado atizando en el pecho. Creo que se atrincheraban los pulmones y escupían balas de fuego en todas las direcciones. Sigo hoy viernes con la guerra. A este paso alguna bala llegará al corazón. El lunes pensé que me habían herido solo un poco. Pero no, estaba totalmente tocada y me despellejaba el malestar y las balas se retorcían en la cavidad torácica. Y el tiempo corría en mi contra y mi mente pensaba en sacar bandera y rendirse ante el enemigo. Jodida semana me esperaba así!!. Estaba iniciando un catarrazo brutal y tenía que seguir dando pasos sin pararme ni a curarme la espesa nube que cubría mis ojos. Solté lágrimas y suspiros de no saber salir de allí casi cada segundo de cada segundo...


No dejaba de clavar mis pies en un logo de trampas que me esclavizaban en cada nuevo problema que surgía, pero seguía hacia delante. Me veía siendo un camicace y dándolo todo para sacar las fuerzas, aunque la muerte me acariciaba el pelo mientras me tambaleaba de mi cuerpo. En varias ocasiones el mundo me vio girar, y el mundo giro a mí alrededor con un mareante movimiento de descontrol de la vista y de la vida. Pero ni mi vista, ni el mundo va a decirme donde estar!. Era una lucha entre mi cuerpo y mi orgullo, ambos moribundos. Que putada ser imperfecta, responsable, gilipollas... Y muchas cosas más!. Tampoco podía dejar de seguir, estaba haciendo lo que tenia que hacer y lo que mejor sabía hacer. Tocaba poner en su lugar todo y sacar la raza. Eso pasa cuando no sabes perder, ni piensas en dejar de estar al pie del cañón, aunque todas las balas se dirijan hacia lo más crucial de la razón.


En casa mentía y apoyaba el dolor en el cojín escudando mí pecho herido. Lo elegí a él por su calor y silencio. El sueño me liberaba de la sensación que me perturba durante el día. Y se despiertanban en cada sueño las ganas de matar a la mala de la película. El auto suicidio de personalidad crecia dentro de mí. Las quejas salían entre sueños. Que chivata es la noche!! sacaba lo que me pasaba y airearba algo que se escondía. Ya ni en ella puedo confiar. Dolor, dolor, dolor, muerte de mi personalidad, muerte de la fuerza, muerte de las ganas de seguir y dolor…


Me ahogaba el pecho tanto que me asfixiaba. Creo que el martes víspera del día clave. La cama se convirtió en mi lecho de muerte. Sentía frío, sudor y pocas ganas de salir de mi piel la energía. La madera acolchonaba mi carne derrotada. Se apagaba todo. Necesita agarrarme a algo, sentir fuerza. Como animal herido caí en un profunda incrucijada de seguir o no seguir en mí cama. Necesita salir, estar bien. Poder estar de pie, y tener el suficiente coraje para arreglarme y dar mi mejor cara y sonrisa. El día me estaba esperando. Y yo iba a llegar tarde por primera vez a una gran cita.


Todo estaba preparado. Menos yo. Corría mi mente, mis ganas se palpaban. La fuerza aparecía y robaba la energía de lo más hondo de cada cavidad. La lengua se acomodaba repasando el baile de palabras más dulces que tenía guardas. La ropa, mi rostro, mi forma de ser, se ponían a mi lado para darme su apoyo. Sin fuerzas, sin ganas, y por primera vez sin gota de miedo. Fui la de siempre...

domingo, 13 de marzo de 2011

Incubando de todo



Chispean gotas de nostalgia aún por la espalda. El dolor trepa arrinconado en el norte donde cada vez siento más que es mi tierra. Esto me pasa cuando no me encuentro al 100 x 100. A golpes pide salir el sol en las colinas de la soledad, y el aire quiere atravesar todo para mirar y dejar una sonrisa apagada de fuerza. Es todo como ayer, pero sin serlo. Mañana es un día lejos, pero viene hacia mí pidiendo los recuerdos de hoy. No tengo ninguno ahora mismo, y no creo que pueda cumplir con la media diaria de poder crearlos, ni creo que sepan crearse sin guía.


El día está pendiente de otras cosas y la gente se ha vuelto de espaldas para terminar cosas inacabadas. Sigo sintiendo el tiempo en mi piel. Alojada sigue la tempestad de sensaciones que arrasan lo de antes, ahora y lo que pasará de aquí a un tiempo. Aunque a veces consigo burlarme de ellas. Frío y calor me han seducido estos días... Si, sin ser consciente he caído en sus garras. Los pies están sumergidos en un mundo de témpano y cada dedo se ha convertido en un carámbano con uñas que no se mueven. Y mi frente es un volcán con ganas de sacar la lengua y quemar todo a su paso. Estoy a dos temperaturas y el termómetro imaginario me ha dado fuera de cobertura, es demasiado cambio para él. En la cabeza vive el infierno y en las extremidades inferiores sostengo un gélido cielo cubierto de nieve. Espero que no sea la descongelación de los glaciales de mi alma. ¿Se sentirá así el mundo?. Si hablara se moriría de todo lo que nos tiene que decir. Yo en su lugar no pararía de contar los vaivenes que me produce tanto cambio. Incluso podría aullar el dolor muy alto, para dejar volar lo que nunca se ha dicho. Tengo pocas ganas de hablar y menos de aullar.


La lengua está seca, sin certeza de saber si está en su casa o en algun otro lugar de visita. Está muy incomoda dentro de mi y oye a las cuerdas gemir su dolor. La preocupa el mañana, las necesita y no están bien. El mar de mi saliva deja crucificado cada tragar en la garganta. Esta irritada. Me esta destrozando con su tsunami la campanilla. Pienso en sacudirla con tragos de té hirviendo…


La voz ha perdido volumen y la cuesta salir a flote de tanto pinchazo, es joven y debe seguir, aunque la moleste pronunciar las palabras. Más duro es el silencio obligado e injusto del día a día... La nariz me ha dejado la mitad del día tranquila, pero no lo que quedaba del resto. Moquea y me resulta difícil respirar. Pienso en el oxigeno, en su frescor y en su pureza. La sensación de atrapar lo limpio y perfecto del aire me autocastiga la mente. No es tan grave no respirar bien, solo es incomodo no llevar un ritmo al compás. La boca ayuda a la nariz a no sentir esa ausencia de aire, el pecho se ha convertido en un claustro de las debilidades. La tos se esconde y empuja el pecho. Llevo toda la mañana con dolor en el pecho. Los estornudos salen corriendo con fuerza y dan su toque de gracia en todo esto, siempre hay que reirse de algo. Son los primos graciosos del catarro, con su achis!.


La cara esta en su peor momento, muestra una palidez que se ha dueñado de mi belleza, y con esto consigue que no me mire otra vez en el espejo. Va a ser que si que te has pillado justo en el peor momento don malestar... Ha sido un día de los de antes y con toques de los de ahora. Además con un trancazo que va cogiendo fuerza segun pasan las horas. Más vale que mañana solo sea un día más, sin toques de nada. Y esto se pase con cuatro estornudos.



...

“Ven y siéntate a mi lado, antes que se acabe esto. Pero muy cerca y deja que ambos cuerpos se contrapesen y encuentren un equilibrio frío-calor”. Le digo a mi sombra que no la veía desde hace un rato. Que suerte ella, no sabe de lo que hablo.

sábado, 12 de marzo de 2011

Sin color




-Hoy es blanco respondió la mente.


-No puede ser todo, todo blanco!!, ¿se te olvida que hay más colores?.


-Si, me faltan 7 que mirar y solo veo blanco.


-¿Por qué no quedarse con el rojo?, da fuerza y es el color de la sangre. Siento como corre por nuestro cuerpo cargándolo de vida y pide su color, su momento.


-No, tendrá que ser otro día…, Aunque se mueva por dentro hoy no es rojo. Es blanco ya te lo he dicho.


-¿Y azul? ¿Qué me dice del azul?. Le gusta a tu hermana. Además el cielo es inmenso y está repleto de aves que escriben surcando y formando renglones entre las nubes. El azul es muy poético, ¿no te parece?.


-Es bonito. Si, lo he usado en varias ocasiones en lo que escribo. Pero no estoy de ánimo para ver, ni pensar en pájaros, ni en el cielo con color a libertad... Además las nubes son blancas. Hoy es blanco.


-No te has fijado en ese cielo que rechazas, y tiene algo que adoras. Tú sol!!!!, hablas tanto de él que creo que es casi tuyo, alguna parte te la has ganado. ¿Has olvidado cuando te acompaña por la mañana su naranja cítrico, con sus tonos amarillentos. No me digas que no te tiene conquistada?.


-Nunca olvidaría a mi Sol, el amanecer de cada día cuando él aparece, esos rayos que me llevan a pensar que puedo subir hasta allí arriba apoyándome en ellos, como si fuera una escalera para conquistar lo más bello…, necesito que hoy sea blanco. Solo es eso blanco, blanco blanco…


-Por qué no naranja? Puede ser naranja clarito?. Piensa un instante, tú guardas trozos de él en tu habitación, ese tono se mueve dentro de ella. La has llenado de su color y su creatividad esta viva contigo. No puedes pasar de eso. Ya sé que me estoy poniendo pesado.


-Si, es un color que no me deja indiferente y lo necesito cerca, me da calor y me hace soñar, pero las paredes de mi cuarto son blancas. Hoy es día del blanco.


-Que perra con el blanco!!. Con esta aptitud no puedo seguir a tú lado. Ah!, se me olvidaba uno muy importante para ti!! No vas a poder decir que no a tú amado verde!!!.


-Si, creo que fue el primer color que olí y se esconde en muchos recuerdos. No te puedo negar que antes de pensar en que hoy fuera blanco, pensé en verde. Hasta que me acorde de lo de "verde esperanza", "verde que te quiero verde"... Y hoy no espero que surja nada, ni tengo esa sensación de esperanza. El blanco, me quedo con el blanco.


-El blanco no es un color!! Y lo sabes.


-Hoy es mí color!!.


-Cambiare de tema, y la noche? El negro? qué te sugiere el negro?.


-Dices que vas a cambiar de tema?...Ya sé por donde vas con esa pregunta. Pues me sugiere misterio, elegancia, el pijama de la luna, mi forma de vestir para pasar desapercibida, y cientos de ideas. Eso me sugiere el negro. Voy a poner mi mente en blanco a ver si te marchas.


- No te pongas así, mejor pensado el blanco está bien. Creo que el negro tampoco es un color.


- Pues no sé que decirte ante eso. Ya no recuerdo la clase de dibujo del cole. Es la unión de la luz y la sombra, surge al juntar tu pesadez y mí cabezonería, ambas colgadas del arco iris. No quiero que te vayas, sin ti ni si quiera es hoy blanco. Me siento blanca, incluso la luz puede atravesarme. Sin nada en que pensar… vacía, limpia de ideas.


-Ideas tienes siempre, pero te ha faltado suerte. ¿De que color es la suerte?. A lo mejor sabiéndolo podemos pintar todo de ese color.


-Pues cuando lo descubras me lo dices. ¿Qué tiene que ver la suerte con los colores?.


-Silencio.


-Decidido hoy es blanco y voy a cubrirlo todo de claridad, la suerte espero que se salve y sepa salir del chaparrón. Mañana será otro día del color que sea…

martes, 8 de marzo de 2011

Mujer




A ti mujer dedico estas palabra, porque la admiración hacía lo que haces es inmensa y se puede contemplar con quietud lo que dejas ver.




Mujer con corazón..., con cabeza..., con un cuerpo que invita a seguir más allá del infinito..., eres el gran proyecto que la vida ha creado, para que no te detengas ante nada... Constantemente has tenido el don de ser dueña y señora de las ideas que navegan junto a la creatividad. Contado con la habilidad para fraguar el mundo y convertirlo en sensibilidad, y has logrado plasmar el perdón en todo... No olvides Mujer, que estás repleta de fuerza apasionada y belleza que surca los sueños.


A ti mujer dedico estás palabras, que luchas y que sabes y dices lo que sientes, y callas y sabes esperar tu momento para deslumbrar ante cada paso. Veo lo fiel y segura que eres dando tu bien más preciado a quien más quieres, incluso tu último suspiro. Demuestras saber reinar tu morada y ser plebeya de tu modestia.


Mujer que cargas con culpas salvando a los verdaderos culpables, y has sabido calmar la rivalidad, rompiendo lanzas con tus opiniones en cada decisión que se aproximaba hacia ti. No me pierdo nada de lo que haces y disfruto cuando giras tu rostro empapada de sapiencia y buscas respuestas y lanzas preguntas, cuando no creían que eras capaz de aportar nada. Siempre me ha fascinado la manera de como has sabido compartir los honores y reflejar la luz que proyecta cada ilusión que te alcanza.


Mujer que has tenido que mandar tú orgullo lejos y empezar de nuevo dando oportunidades. En ocasiones te ha tocado sacar las uñas, para que sepan que no eres un cero a la izquierda de una larga cuenta de hechos.


Mujer sin ser más que nadie, pero sin ser menos. Porque en el menos no estas, ni te has merecido estarlo nunca..., no te cansas de aprender de ti misma, porque sabes que ahí está tu inicio y en el fin, te lo juegas todo.


A ti mujer dedico estás palabras cuando muestras ese lado de sinceridad y pilleria en tú espíritu, y sabes arrancar los deseos y bailar con el tiempo alargándolo. Y no sé como lo haces, para desdoblar tu cuerpo y poder estar cuando se te necesita en sitios diferentes. Mujer que viste y se desviste, sabiendo ser rica de bondad y sabiendo ser pobre de vanidad. Mi profundo respeto a vos.



Mujer que cada lágrima que recorre tu rostro brota de un lago donde nacen tus anhelos... Siempre has sabido amar, y has sabido dejarte amar. Percibo en tantas ocasiones ese lado generoso donde donas lo que te han donado y sabes dar vida después de tu vida. Mujer que muerdes con fuerza el valor al presentarte las dudas y sabes reconocer cuando los miedos te acompañan.


A ti mujer dedico estás palabras que has trabajado antes y después del alba sin descanso, y te has visto obligaba a nadar contra corriente cuando te ponían trabas para alcanzar la cima y encontrar tú libertad. Y no entendías por qué no te cedían un hueco para completar el papel para el que habías venido. Has plantado cara, poniendo al mundo a tus pies, aunque a veces te lo han partido y te ha costado recomponerlo nuevamente. Pero sabes que los límites ahora solo los pones tú. Eres incansable ante tu principal kimera, que es buscar los pequeños aletazos de felicidad de la vida.


Que gran momento cuando naciste para ser voluntaria de la justicia y no cesas en buscar la verdad dentro de un laberinto de mentiras. Nunca te has cansado de recibir los golpes vinieran de donde vinieran. Y ahí sin dudar ni un instante has demostrando lo maternal que hay en ti poniéndote delante de tus crías, para salvar tus sueños hechos realidad.


Mujer reivindicativa e inquieta con voz y voto, no te quedo más remedio que lanzar un grito para dejar muda a la sin razón en las desigualdades terrenales.




A ti mujer dedico estás palabras sabiendo que te gusta echar la vista atrás y dejarte mimar por los recuerdos y la dulce vida. Has sabido sonreír sin ganas para iluminar un apagón de tristeza ante los amigos... Y te gusta que cuando te escuchan te miren a los ojos tiernamente, sabiendo que tus palabras no se pierden en la nada.


Cuando la luz y la sombra supieron poner en esbozo a los colores del universo, llegaste como parte de un todo. Mujer, si a ti mujer, pasaste de dar pasos de puntillas a dar pasos de gigante. Me quito el sombrero ante ti por tenerte cerca. Mujer ante todo Mujer, para ser eternamente tú.


Las malas palabras se las dejo a quien no se ha molestado en conocerte...

lunes, 7 de marzo de 2011

Soplando al viento


Hoy ha vuelto el viento cargado de bocetos. Hasta que no lo notas, no te das cuenta que estaba ausente de trazos la noche y el día. Con su llegada ha pintando la piel con un óleo diferente. Dejo pasar suavemente por los dientes su nombre y da pinceladas a la sonrisa en la boca. He notado su ausencia en la llamada soledad, que acompaña en tantas ocasiones a la melancólica bocanada de la luna.


¿Donde habrá estado?. Me sentía sola, casi única en el mundo inventado. Nadie movía mi vida imaginaria. No podía palpar sueños robados, ni silbar a la luna un piropo en lo alto. El viento la aúlla en cada aparición en escena y ella le ha echado de menos tanto como yo. La busca por la noche, aunque yo sé que por el día también piensa en ella y yo en ambos. Sigue igual de fuerte, de triste y de racheado. Es lo que he añorado su vaivén loco y mis locas sacudidas hacia él. Regresa sin decir nada, ni explica donde ha fijado su estancia. Ayer soltaba de mis pulmones la ilusión escondida al cielo provocando su regreso, porque sabía que estaba cerca, y no quería que se distrajera con nada.


Me he sentido tentada de hacerme la indiferente ante su llegada. Pero no quiero que pase de largo y no me hable. Viene de lejos y tardará en adueñarse de mi mundo.


Mañana sabré más y pasado más y sentiré su calor. Aunque a veces parece helado. Difuso y tan rápido. Me gustaría guardar un poco de su melancolía en la mano y calentar su frío mundo. Me gustaría trepar hasta donde inicia su partida y regresar con él, sabiendo calmar su llanto. Es tan difícil llegar a cambiarlo, él me cambia la luz del universo al sentir su aleteo cerca. La luna se fracturo en mil pedazos al marcharse y el sol se desplazo dejando paso a la luz cegada de mis ojos en búsqueda de unirlos. Que callado quedo todo, que silencio.


Su silbido en lo alto me hacia estremecer. No sabía como calmar las noches de insomnio que me golpeaban en la nuca. Ni al día, golpenado en la garganta sediento de su sabor a libertad. Cuantas veces he abierto la ventana para mirar el cielo estrellado de mi alma. Por si alguna lo llamaba con sus brillos. Cuantas veces he deseado poder mirar a la noche con telepatía y atraer su imagen y acallar la ausencia de las pequeñas emociones que acogen mi lado triste y mi lado risueño.


Él ha regresado para quedarse, para darme un poco de su frescor, para ser mi secreto. Para empapelar y cubrir llenando de fantasías los sueños, aun no soñados. Y para volverse invisible y desaparecer si se acerca la cordura a mi mente. Dejándome con la curiosidad sujeta de un hilo fino, que me tienta a quererle dar la brisa que nace de mís labios. Sigo soplando con todas mis ganas, para llamar su atención, para calmar el dolor de sus heridas, para alzarnos al vuelo.

sábado, 5 de marzo de 2011

Rastros



Ya no me hago preguntas. Ni si quiera deseo hacerlas. He vivido está vida robando días al tiempo. Antes alcanzaba todo, incluso la muerte de cada segundo. Ahora me faltan ganas de saber como se mueren. Esta fase es más bien el tonelaje que necesitaba mi vida para compensar ese estado de intensidad en que me movía. Y me siento en estado de pereza constante. Más bien ya no vivo en mi cuerpo, está desalojado de muchas cosas. Trabajo, pero sin dejarme la ilusión en cada tecleado de mis dedos. Hablo sin dejar escapar más de los justo. Me dedico a nada. Porque el nada vive en mí. Es curioso como se puede vivir una vida con intensidad y una vida nueva con parsimonia ante todo.


Dejemos que se pase y vuelva a ser un poco de aquello que no me gustaba, pero me hacia ser diferente. Ahora no siento las cosas. Es como si estuviera en la fase de lamerme las heridas después de una larga guerra, donde me siento perdedora de mis emociones y donde cada sueño agoniza en la alcantarrilla. Incluso he dejado de pensar en el futuro, es como si fuera a darme plantón…


Lo mejor de todo es que la tristeza se aburre de mi compañía y se va rápidamente de mí lado. ¿Que fueron de los días en que podía salir a comerme el mundo y era tan dulce su sabor?. Sé que hay mundo todavía de ese para seguir disfrutando. Pero no es algo que me preocupa. Escribo esto sin sentir ni lastima de no desear atrapar una estrella con la mano, porque ya no creo en ellas. Ya no creo en nada, ni en nadie.


Creo que me he convertido en figurante de muchas actuaciones. Y ahora soy atrezo de cada escena de la que vivo. Repasando la ciénaga de mi mente, me doy cuenta que ha pasado tantas cosas y me han dejado cicatrices. Traumatizada ha quedado mi parte más vulnerable... Que se le va a hacer.


Esté es el infierno del que tanto hablan, aunque algunos piensen que tienes que pasar a peor vida para sentirlo. ¿La muerte será ese cielo tan buscado, la paz, el descanso de todo?. No me perturba ni donde está el cielo, ni donde queda el infierno. Vivimos a la pata coja y salimos hacia delante como podemos. Si, a la pata coja. Sería más fácil ser ave y volar a la pata coja..., que cansado es vivir y cuanto cuesta llegar a un sitio, alcanzar un deseo de esos que se han materializado mil veces en la mente. Y nunca se consigue, terminas por perder el deseo de cumplirlo.


No me apetece ni colorear la palidez de mi submundo. Ahí arriba debe ser todo de color de rosa. No me gusta el rosa es cursi y blando. Me gusta estar aquí abajo, donde el cielo esta más lejos y el olor de la tierra me envuelve cuando me tumbo sobre ella, para ser parte de la madre naturaleza. Antes la rabia, la sobervia, el dolor..., me hacian levantarme una y otra vez del suelo. Se está bien en el suelo. Sólo me queda esperar a ver que pasa. Es lo que hago, esperar a que tenga importancia algo. Pero sin dramas de todo esto, porque ahora estoy mejor que los ultimos 8 años.



Hay cosas que no entiendo de la vida. Ni si quiera sé si quiero entenderlas. La verdad es que no me deja preocupada el hecho de que no me interesen. Pienso que el día que llegue a entenderlas dejaré de dudar de las cosas y me quedaré con la idea ya masticada por otros. Sin posibilidad de ver más allá.

jueves, 3 de marzo de 2011

El despertad a la vida


La sonrisa se la ilumino al acercarse las palabras y apagando su boca se encendieron sus ojos al acercarse los sentimientos. La serenidad centellea un canto vivo que yacía muerto, o con los ojos alicaídos. Cada iris era un templo de contemplación hacia los tentadores abismos de la eterna ilusión. Plagada de misterio ondulaba en su cabeza la felicidad retorciéndose de gusto. Dejando su bella cabellera en el escondrijo de un recogido poco perfecto.


Se movía suave como sino quisiera dejar saber su intención de acercarse hacia la enigmática curiosidad que sentía por ella. Sus pies peinaban el suelo con calma y respiraba el viento en su boca bailando cerca de su cara. Se notaba el reflejo de sus manos al moverlas como calmantes abanicos que juegan a llamar la atención de quien esta sofocado.


El día era de un tinte gris caído del cielo, con pegotes de tristeza colgando en cada nube. El sol con cara de pocos amigos se lamentaba de no poder dar sus mejores pinceladas en cada corte de luz. Pero ella era felicidad envuelta en seducción. Su mirada tímida había desaparecido detrás del callejón de cada pestaña. Y solía oler a lo que huele las estrellas cuando surcan el cielo con su fugaz luz. La brisa la acompañaba para empujarla a todas partes, incluso hacia mi y mi atención. En varias ocasiones se detuvo como pluma ligera que ha llegado a su destino en el suelo. Para observar lo que la rodeaba.


No tenía la intención de decirla nada según se iba reduciendo nuestros espacio. Sus ojos los decían todo y los mío retenian el instante. Deslumbraba con ese aire de inocencia perdida, pero con rastro de pillería atrapada en su cuerpo. Paso de largo ella y su aura de colores vivos. Y de repente encendió la mía y sus colores muertos. Mis ojos empezaron a recobra la memoria y querer ser parte de ese sueño de mujer.


Las sensaciones cubrieron mi piel usurpando mi espacio vital, pegadas a mi esencia. Brotaba en mí la luz, la vida. La felicidad quebrada se recomponía dando forma al puzzle inacabado. Era un espíritu vagando en cada espacio de mí. Se llevo la bruma que cegaba el horizonte, me rescataba de donde fuera. Para traerme de vuelta hacia el inmortal despertad.

miércoles, 2 de marzo de 2011

28 excusas para no conocerle



No sé si me va a gustar

No tengo tiempo de encontrar el valor

No sé que ponerme y me preocupa no encontrar nada alternativo

No conozco el sitio, ni donde queda, ni tengo mapa, ni GPS…

No me pilla de paso Por la noche no veo para conducir

No tengo una buena conversación y no quiero parecer vacía

Me pone nerviosa Le voy a caer mal

Me puede gustar y me asusta sentir esa sensación

Me gusta el misterio. Nos llevamos bien así, porque dar más pasos

Soy "pija" y él "…"

No quiero verle en un plan que me moleste

No me va a hacer caso después de todo el esfuerzo puesto

No le voy a gustar

Me voy a sentir como pez fuera del agua

No quiero amigos que me gusten

No quiero a más que amigos en mí vida

Me va a pedir el móvil ¿y qué hago? ¿Y sino me lo pide? Se me acabo la cera y el maquillaje…

Me duele la cabeza, solo una vez al mes

He quedado y tengo la agenda muy apretada

Voy siempre con prisas

Estoy cansada y me voy a cansar más

La noche me puede confundir

Estará mirando, pensando y bailando con otra

Tengo miedo a enfrentarme a las emociones Porque aunque este lleno el lugar, estaré sola con él.

martes, 1 de marzo de 2011

Sin miedo



¿Si tú no tuvieras miedo que harías?. Me pregunta un monigote de 7 años. Y me quedo pensando un largo minuto. Cuantas cosas se podrían hacer sin miedo. Pero el miedo es un aliado a la temeridad, un poco de empuje a salvar la vida ante el peligro. Es el botón que activa la acción de estar alerta, sentir cada sentido agudizado, elevado a la décima potencia. El pequeñajo me respondió a su pregunta rápidamente. “Sin miedo yo saldría a fuera sin agarrarme de la mano de mama y papa. Y podría descubrir que no pasa nada”. Él lo tenía claro.


¿Y tú que harías sin miedo?. ¿Sin miedo?... “Todo lo que no me deja el pánico. Arriesgarme a decir lo que pienso. A ser sincera y decir lo que no me gusta. A jugarme en cada emboscada la vida. A dar porque no tengo miedo a no poder dar más. A vivir cada día como el inicio de la vida. A seguir descubriendo. A cantar a pleno pulmón. A dejar de tener tantas habitaciones con llaves en mi corazón y en mí mente. A probar cosas nuevas en el mundo. A seguir al que no sabe donde llega el final del camino. A soplar velas año tras año y no dejar de ilusionarme por el mañana. A conocer el hermano claro del lado negro de las cosas. A pedir y pedir y pedir, aunque tenga las de perder. A mirar de frente y preguntar cuando no entiendo la respuesta, y mi necesidad es saberla para calmar mi pesar. A no tener a la felicidad. Dejaría tocar a la gente con la mano mi corazón y no escondería nada en los bolsillos. A no poner el listón más allá del firmamento…”.



Durante ese minuto de silencio se me pasa tantas cosas por la cabeza. ¿Y a caminar en la oscuridad? Me pregunta con sus ojos muy abiertos el pequeñajo. ¿Temes la noche?. Yo mucho... A la noche hay que darla color y puede ser del tono que tú la pintes. Rojo fuego, azul marino, naranja... Con las gamas se viste el valor. Estamos juntos. No hay que tener miedo a caminar en la oscuridad, ni cuando el sol luce en lo más alto.


Todos tenemos miedo a algo, no es malo tener miedo. Lo malo es no reconocerlo y no enfrentarse a ello. Le respondo. … Silencio de ambos. ¿Salimos a ver las estrellas?. Le digo al peque. “¡Pero si hay nubes!. Me grita con cara de sabiendo. ¿Tienes miedo a que detrás de ese cúmulo no esten las nuestras?. Vamos.