Sonrisas de colores

Hasta que no estuvo con nosotros, no nos dimos cuenta de la fuerza de atracción que ejercía en todo, y en todos, por mucho que puedas imaginar mil y una sensaciones, cambios y experiencias que puedes llegar a vivir con “el pequeño”, día a día te va atrapando en sus redes y te da la vida, de tal manera que se vuelve imprescindible y necesario, un estimulo para desarrollar lo más puro de uno.

Los niños con una mirada caleidoscópica, te hacen pensar que llueven caramelos de colores, chispean pétalos de flores, dan dulzor a los pensamientos, sabor carismático que te llena el alma de azucares, sonrisas que inflan con aire de pillería globos de chicle.

Pequeño gorrión que anidaste en mi mundo, trasformándolo de un negro a un arco iris de sorpresas, donde nada es igual que antes, lanzaste un conjuro, donde tus hechizos me atraparon. Me aprietas fuerte la mano como si no quisieras soltarme nunca, me sostienes más allá de un mundo, eres una bengala de la ilusión, mi antídoto de la tristeza…

Ejerces cosquillas, que envuelven mi fuego de la felicidad, pequeño niño que afloras la ternura acunándola, tus manos tan pequeñas, de juguete, me acarician y me hacen descubrir la suavidad de los sentimientos, pones flores en mis heridas, siembras abrazos de vida… de cariño…

Tarareas canciones con un ritmo jovial, vivo, chispeante!!!. Con olor a protección, olor a vida, a emociones, cuantas ganas tienes de subirte en una estrella fugaz y perderte en un paraíso de ensueño. Tu sabor es como el néctar, cargado de dulzura que rejuvenece, convirtiendome en la princesa de tu mundo, me atorgas la barita del saber, poseedora del cofre de los cuentos, alimentas con carcajadas un mundo imaginario del que me has introducido, y me he quedado a vivir contigo.

Astucia con cara de niño, que empapelas mi alma, siempre consigues que te entregue la llave de lo absurdo, abriendo el armario de la irrealidad, de nuestra irrealidad. Provocador insaciable de risas y miradas que invitan a un mundo diminuto, engrandeciendo mi infancia, y creando recuerdos cristalizados en mi mente.

Cuando apareces, iluminas mi rostro, eres un radiante sol, que sus rayos me abrazan, asfixian, alejando el temor y alumbran mi camino. Radiación de luz que un día entraste por mi ventana iluminando mi soledad. Cuando estás conmigo no hay un día que no rellene mis bolsillos de golosinas para convertirte en explorador de mi ropa.

Pequeño pajarito que anidas encima de mí, acurrucándote para que vigile tus sueños, bolita de mimos!!!. Al despertar de ese sueño reponedor, te conviertes en un geiser de energía por descubrir más y más, como la mariposa revoloteas a mi alrededor dibujando canciones infantiles, tintadas con una brisa de color que abanican mis oídos. Tintineas mi atención cuando no sabes como seguir, el trotar de tus pies, me hacen compradora sin precio de un abrazo de locura. Inspiración de los bueno!!!!. Y a veces sinceridad aplastante!!!!

Los minusculos detalles no pasan desapercibidos para ti, me haces detenerme para descubres animales en las sobras de una pared..., apreciar la nieve porque se vuelve más fría y dura si la aprietas entre las manos..., a escuchar música con los ojos cerrados..., bailar subido sobre mis pies música de adulto..., me haces poseedora de tus remedios mágicos, diciéndome que beber chocolate caliente mezclado con besos es la mejor medicina… Tu eres mi mejor medicina!!!

Mentirosillo!!!!!! que sólo piensas en conseguir tus propósitos de ampliar el tiempo de juego, de jolgorio, llenando unos diálogos de invenciones y chistes desbaratados por el orden, burlón!!!, imitador de todo lo que ves!!!, como te gusta actuar para un publico que tienes ganados los aplausos. Tesoro incalculable que protejo con mi vida, corres hasta que te falta el aire, y a mí por perseguirte. Coche de carreras!!!! como te gusta que te llame, por que te sientes libre, fuerte y veloz.

Me convierto en tu compañera de juegos dejando mi papel de tía, de segunda madre, de adulta, pero sin olvidar trazar un buen camino, lleno de seguridad y aprendizaje. Nuestras despedidas se convierten en un boomerang, de gestos, muecas, risas, abrazos, y besos lanzados, esperando reencontrarnos pronto.