El objetivo de la cámara

BLOG FOTOGRÁFICO: El objetivo de la cámara enlace: http://eiruceiram2.blogspot.com/

viernes, 28 de mayo de 2010

Falta de fé


Lloro, lloro, lloro… que me pasa?, que es esto? No estoy triste, no estoy emanando sangre por un corte… intento buscar respuesta y siento calma, una grata calma,… lloro de emoción, a la vez que la sonrisa tímida se asoma enmudecida de tanto estar encubierta por la tristeza. Coje confianza y carcajea con un resoplido soltando una bocanada de angustia guardada en el seno de mi alma.

Mis lágrimas brotan, se agolpan naciendo una sensación tan nueva, creo que nunca he llorado así, nunca, es una alucinación de mis emociones, es un delirio de mis necesidades, no lo sé, estoy viviendo algo mágico, la sensación de lágrimas saladas espolvoreadas en azúcar, es dulcísimo. Me gustaría guardar esta sensación, bálsamo de cura inalcanzable que me alivia de tantísimo sufrimiento. Ya no recuerdo, pero un día dejé de llorar, marchándose la sensibilidad de mi vida, la arrancaron de mi. Dejándome como perro rabioso, con ganas de morder, pero con un bozal de miedos cruzando mi cara.

El sentimiento ha tocado fuertemente mi puerta, como un hijo prodigo regresa para quedarse, por fin lo puedo decir a los cuatro vientos, estoy feliz!!!, feliz de sentir!!!, feliz de llorar!!!, feliz de poder descubrir que la esperanza nunca me abandono. Estaba ahí y no me lo creía. Como la ha costado a la justicia mover todo y hacer las cabalas suficientes para proteger al indefenso, pensaba que estaba ciega ante el creyente. Siempre me ha tocado masticar en mi pensamiento la idea de que a la mañana siguiente se arreglaría todo. Ilusa!!!, entupida!!! Como ha pasado tanto tiempo y seguías con esa pensamiento tan lesionado por las hostias repetidas de un día tras otro de perversidad. Cegada por tanta enredo la verdad, ilumina ahora con su luz de futuro esplendoroso, luz brillante que marcará un universo de encanto, de ilusión, permitiendo saber que siempre hay un día donde cada cosa se pone en su lugar y cada persona lleva el lastre de las deudas del mundo que ha violado. Me gustaría lanzarme al viento para abrazarlo, acariciar las nubes, reírme con cada trozo de cielo azul que me envuelve. Robar los colores de las flores y el perfume del canto de la alegría que sueña en mis oídos…

Después de haber tragado lagrimas como puñales que cortaban lo más digno del ser humano, las humillaciones, la indiferencia, las burlas, los gestos, el sobrepasamiento de poder, dejándome como una maldita arrodillada ante la injusticia, tragando desprecio, callando y dejando impune ha depravadas que visten con piel de cordero y muerden convertiéndose en lobo en cada paso, para herir, masacrando la conducta de todos los que desprecia, por superar un nivel más de su vanidad, de su prepotencia...

Cuantos momentos de ingratitud, sólo pensarlo hace que me patine el juicio, llevo bebiendo sin tener sed de un chorro de odio negro que me oscurecía el alma, me mataba poco a poco. Muerte lenta que ocultaba a mi pequeño mundo de personas que me regalaban una sonrisa intentando atraer mi atención. Mundo donde me refugiaba para paralizar mi tristeza, pena que marcará para siempre mi vida, pena que nadie puede entender hasta que no se acomode dentro de mis ojos y le pueda prestar mi corazón,

Volquee sobre ti, odio, dolor, agotamiento extremo, repudiando hasta mi naturaleza, fui dejando apilado todo dentro de mi, sin mostrarlo, sin quererlo, me devolviste de un golpe que jodio mis cimientos una hostia que me dejo tocada, una y otra vez me amenazabas asfixiando mi respiración, ahogándome, dándome grande golpes de ansiedad, nunca pediste ayuda, yacías muerto en tu caja y no decías nada, nada ni un aviso, ni una queja, ni un lamento, me encontraba tan absorta que no me pare a observar, hasta que un día te quejaste y dejaste de latir por unos segundos, revelándote, odiando todo a todos, cansado, exhausto, dolido por dolores de incomprensión, dolorido por la maldad, por lo demoniaco de un ser humano. Te alcanzaron tantos arpones de soberbia, de mentira, envenenados de calumnias que fulminan la identidad de cualquiera, arrebatada la cordura por la hija del diablo, que se engrandecía todos los días un poco. Volviste a latir dándome una nueva oportunidad de ofrecerte todo y ponerte el mundo a tus pies. Dándome fuerzas para mirar a los ojos a la perturbadora de mis quimeras, un lustro he tenido que esperar para verla colocada en la lanzadera de salida.

Ay Corazón!! se como te estas sintiendo ahí dentro, lo noto, y eres libre para saltar y gritar, porque tus cadenas se han cortado, bienvenido a una sensación pionera de un nuevo mundo, anclado en el dolor, testigo de un juicio donde nadie quería sentenciar a muerte a la culpable.

Difícil entender como después de clavarme tantas estocadas sigo en pie, sigo mirando hacia arriba, con ganas de seguir, ya ni el rastro de sangre, ni lo moribunda, me hacen detenerme, llegan los aplausos de indulto, con todas mis fuerzas suelto un bramido que sacude todos mis principios. Esta sensación es tan nueva que sólo recuerdo la infelicidad diseñada en el hogar de mis aflicciones, escuchándola como me susurra y me pide perdón suavemente por pintar mis paredes de tanto daño, volviéndose la compañera de mi silencio, derribado en el suelo mi castillo de naipes de las emociones, allí una y otra vez fueron pisoteados. He llorado tanto que no puedo entender donde guardaba tanto lamento, donde estaba esa furia convertida en suave sollozo que me alimenta de tanta soledad, de tanta depravación, de tanto deseo de venganza que llenaba mis venas de lodo ennegreciendo el rojo de mi sangre.

Abandonada en un rincón, intentando desojar la margarita del nunca pasará, siempre será igual, y más vale el asumir... Me acaban de arrancar del alma una herida. Me he visto tantas veces metida en la fosa cubierta de arena de locura para olvidar...

Os lo aseguro que vale la pena morirse y regresar de la muerte si todo va cambiando, voy avanzando y dejando a tras la resina que me dejaba pegada a un mundo de amargura permanente. Apoyada en un suelo irregular, puedo sostenerme sin tanto tropiezo con ayuda de manos esclavizadas como las mías por verdugos de la envidia... A esas manos les doy gracias por donarme cachitos de espíritu luchador, y dosis de fe...

Por fin la libertad y la justicia se han vuelto a reconciliar… y asistimos a ese acontecimiento juntas cogidas de la mano, inocentes en un mundo de mierda que nunca ensuciamos.
Hoy puedo decir, que SOY FELIZ!!!.

2 comentarios:

  1. No eres mala. Me alegro q hayas podido experimentar ese sentimiento, y al menos hayas podido sentirte un poco mejor después de todo lo sufrido.
    Enhorabuena malvada!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  2. Nunca me he alegrado de un mal ajeno, me alegro de que mi cruz desaparezca de mis espaldas, me alegro de que puedo llenar mi mente de esperanza y pensar que a pesar de que en el mundo hay mil y una injusticias, puedo gritar fuerte que nunca nos tiene que abandonar la fe, que es lo que nos hará seguir luchando para lograr vivir en paz, que es lo que buscamos, sólo paz…

    ResponderEliminar