El objetivo de la cámara

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domingo, 25 de julio de 2010

Heroina y Villana: la tierna infancia

Los indios cabalgan por la pradera en sus caballos salvajes, en búsqueda de aventuras bajo el tórrido sol amarillo, persiguen cazar al bisonte que convive en su territorio apaciblemente durante centenares de años; Pero no, no es en el oeste, el sitio donde paremos a la historia, ni a la entrada de un mundo mágico de la imaginación de un niño; se escapa de un libro de travesuras que aun no ha sido escrito. Se da forma al relato, atrayendo al pasado, que no deja de venir y marcharse de vez en cuando, para recordar la inocencia de la corta edad. Como dejar de mencionar en este relato a la “cara dura de la infancia” y a la forma en que se puede echar morro a un asunto, sin pensar en las consecuencias. Claro, que siempre se cuenta con la angelical mirada y el rostro de, “lo hice sin querer”… para salir de cualquier apuro.

Retomaremos un caso de aventura limitada a un mundo donde el dinero no era moneda de cambio, y el depósito de gasolina de un triciclo se llenaba con la imaginación permanente; Las ganas de paladear el dulzor de la infancia se compraba con la sonrisa con dientes de leche. Sólo esta historia se entiende desde la mente pequeña y aventurera de una niña, que lía a cualquiera con el convencimiento ilógico de la pura ternura. Siempre creyendo que se hacia algo con la seguridad de éxito. Esta escrito para reanudar un momento de pillería, de hace ya casi tres décadas...

Era verano, donde nada era gracioso si no se hacia peligroso, de esos veranos donde una naranja era la mascota de la Copa Mundial de Fútbol ..., y lo más importante, la gran influencia que tenia una pitusa de pocos años, sobre el género contrario, su objetivo era mandar y que la obedecieran, una pequeña líder en potencia y suelta.. En aquella época no era consciente de su insignificante, pero gran poder sobre los niños.

Era de esos veranos, que no se dejan de sentir las ganas de no terminar el día, y cantar con los trinos de las aves, mientras se espera a que caigan en los cepos, ya lo sé, suena a descabellado, ella no era la criminal, sencillamente los refugiaba en sus manos y luego les daba la libertad, empujándoles con fuerza al viento. Vamos que quedaba de heroína…, en realidad, su madre era la que les daba la libertad a la mayoría de ellos.

Cualquier cosa que tuviera ojos y se moviera era un imán para ella. Siempre cogía, cucarachas, lagartijas, caracoles… y sus adoradas ranas de San Antonio, por su color verde intenso que la fascinaba; Buscaba al príncipe de sus sueños en aquellas ranitas?,..

Estaba en la edad, en la que las preocupaciones eran solo de mayores. Y donde su atracción por las puertas y sus llaves hacían, que no dejara de jugar con ellas. Para ella era investigación en vez un juego, como un pequeño objeto, la llave, bloqueaba a uno tan grande como una puerta. Hasta que un día dejo encerrados a toda la comunidad de vecinos en una fiesta. Los encerró a todos, solo quedó fuera ella y el trasto del grupo, al que se culpo cuando se percataron los de dentro que estaban encerrados sin salvación y con pocas posibilidades de salir. La toco ser villana y heroína. Si, les saco a todos, después de tener una conversación de adulto con los del otro lado de la puerta, giro la llave y salieron!!!. Ay que cosas!!!. Como era una santita nadie la dijo nada. Se quedo con el papel de heroína jejeej. Mientras el trasto permaneció escondido durante horas, para que no le pegaran una paliza; Pobre chico malo!!!…, moraleja, cuando eres malo, te vuelves culpable siempre.

Al tiempo no se le dejaba jugar nunca, porque siempre molestaba en lo mejor.

De esos días, donde las circunstancias y las ideas de hacer cosas surgen y se ven divertidas, dando lugar a la imaginación y a los mundos sin límites. El ruido era denso por fuera de los límites de la zona de juegos. Cuando la noche se acercaba a su nacimiento, lo mejor era que se la seguía viendo con las mismas ganas como al día, para aprovecharlo al máximo. Pero tenemos que dar un paso hacia unas horas más atrás.

Para una niña, su plano de carreteras tenían dos lugares, el de salida, que era casa, y el de destino la tienda de chuches. La idea era ir con el depósito del triciclo lleno, por si acaso había que desviarse. Que barata era la gasolina en aquella época. Y elegir el momento de más tranquilidad, el de descuido de las madres. Pues se pusieron en marcha, ella encabezaba la expedición, y daba las ordenes, el camino había sido recorrido con las madres muchas veces, era difícil perderse. Los coches eran escasos. Dos niños de 4 años solos de aventura en busca de su mayor tesoro un helado: “un flas de coca cola”.

No tenemos que olvidar a las madres, esas que cada 10 minutos controlan las "picias infantiles" y observan para comprobar que sus cachorros, están bien y no necesitan nada. Enseguida se dieron cuanta de la ausencia, la que se lío buscándoles!!!, han sido raptados!!!, se han caído por algún sitio!!!…. Surgieron conjeturas de todos los colores, creadas en el momento de la desesperación, gritaban, cuando aparezcan se han ganado una paliza!!!… ufff que mal sonaba eso. Los triciclos no estaban aparcados en sus sitios, la cuestión era donde estaban ellos y sus vehículos…

En pocos minutos la madre de la niña, miro a lo lejos y no hallo nada, pero de repente dos pequeñas manchas venían montadas en sus bólidos, comiendo cada una un de ellos un “helado flas”, regresaban de su aventura, con un gran sonrisa, como el guerrero que regresa victorioso del combate. Pues la escena hizo tanta gracia, que se quedo en besos y recibimiento con abrazos.

Ninguno de los dos contaba con un sueldo. En su mundo lo material no existía y todo se pagaba con una dulce sonrisa y un gracias tímido. El tendero les regalo los helados por su osadía de aventureros sin dinero, si claro, le pagaron con ternura y salero, y yo diria que mucha cara dura!!!. Además de mucha gracia, que pusieron en su viaje en busca del preciado tesoro...

2 comentarios:

  1. Déjate de infancias y actúa como una adulta, jejeje

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  2. En la vida hay momentos para todo, no es esconderme en la infancia es no encontrar la edad adulta por estar distraida...

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