La luz del universo, la luz de los ojos de quién se ama. Es el rincón de los sueños.
El objetivo de la cámara
miércoles, 17 de agosto de 2011
Saltando de lado a lado
Estar cuando más se está sobra papel y presencia. Estar sin parecer estar crea duda y ausencia. Estar sabiendo estar de aquí de allí, y de mas allá, es mucho estar y poco abarcar. Toca saber esperar y más o menos ponerse a valorar y llegar a un punto que se resta el respirar. Mejor no!. Porque se duda ya del sitio donde se quiere estar.
Pensar y crear en lo que fue, lo que se dejo y lo que mermo puede suponer acabar con lo que se podrá encontrar y hallar. Siempre es pensar en el ojala y seguir, que más da, cómo?, dónde? y con quién?. Estar si se sabe estar. Ser siempre uno, ser fiel al fin y al cabo es llegar. Y a veces estas sin estar del todo y vas y vienes para extrañar, aunque se peque de sentimental. Ese lado que sale y no sabe callar.
Sé que no he estado al estar, la voz, el pensamiento, una palabra escrita llega para alcanzar y no sé hasta que punto volar. Seguro que no siempre se está en ese lugar que te han dejado. He buscado no quedarme y no volver. Sería empezar para no ser nada. Y nada no es ser, y menos estar. Digamos que se está por un tiempo. Deseas que estén, y luego viene el que pasará.
Ahora debo estar pase lo que pase, pero sólo sé que voy a estar con quien me ha sabido esperar. El ser, estar, el amar, desear..., y venga una noche tras noche soñar, pero ahí está el miedo…, si, si el miedo termina por saber y hacernos caer y perder. Vamos a ser nosotros mismos pese a quien le pese.
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