Ráfagas de ti

Amar, silueta atrayente que invita a comenzar… amar es volver a nacer…, nacer es vivir, sentir nuevamente golpear el frescor en el rostro que suelta la boveda celeste en cada alumbrar.

Respirando ganas de no dejar de estar contigo. Inhalando suspiros de aire que salen de su escondite, portando pensamientos de un te amo.

Quien no ama no entiende… Quien no sufre no ha amado… Quien se rinde pierde al amado…, volatilizando su sabor agridulce en un resoplido de acontecimientos que lanzan silbidos resonantes con suave canto emotivo.

De donde viene el viento?. De tu mirada, cuando estamos solos…

De donde viene mi calma?. De tu sonrisa, cuando me acaricia…

El viento, la calma, rebuscan en el alejado amor que conquisto un día el latir de las nubes, amoldando las figuras del firmamento con imágenes mimadas de seducción.

Ahora bostezantes, extrañan seguir el camino de pétalos que dejábamos, cuando deshojábamos las dudas. Poniendo a flor de piel mi respirar, sintiéndonos cercanos, empapados con llovía de emociones y riesgo de dejarnos llevar por un tornado de exaltación.

Plantada la brisa en un latir lento, perezoso… se acurruca con un anhelo de dulzura, teniéndote cerca. Expectantes a que surja un momento, magnetice una frase, que abra un rasgado dolor que no se conforma con ser olvidado, por el golpeteo del viento cada día.

Agitada sensación que se alborota por revivir un empezar… y no saber resistirse…echando a volar lo malo y acercándome a sentir un impacto en tu presencia.

Llega una calida aura varonil procedente de tus labios que marean mis sentidos. Se enreda en nuestro momento, la luz que arrastra el aire, cuando me llevas cogida de la mano, ondea con giros rápidos cada sensación, expulsando recuerdos dañados por la confusión. Terminan por matar ó revivir en el último intento, lo que puedo quedar de la excitación inicial, enajenando un mundo de continuos saltos sin red.

Sin explicaciones ni a mi misma, sigo embelesada con las ráfagas de perdón, riegos de pasión inquietantes de seguir devorándote…entre los temporales apabullantes que nos hacen vibrar en cada encuentro.

Soplo embriagador de deseos asustados por el atractivo atrapante de dudas por romper lo roto, se retuerce un amanecer de novedades para dejarme una y otra vez amarrado mi cuerpo por tu torso.

Cultivando el arte de amar con aliento de enamorados, conviertes en deseable robarte un beso, inevitable amanecer de cada día, que hace que el aire huela a ti, y traiga aroma de ilusión...

Los ojos en su pestañeo, buscan en cada milésima de oscuridad tu imagen retenida en mi retina, alivia la ausencia de un sin vivir por ser dueña de la ventisca que me lleva hasta ti ,una y otra vez, elevándome hacia el olimpo de Eolo. Empeñado en mover con su fuerza el pasado y adelantarse a la ilógica del sentimiento reprimido, sonrie exultante por salir libre, veloz hacia nuestro encuentro...

Las situaciones, nos hechizan convirtiendonos en seres inmersos en nuestro mundo, sin eclipsar un gesto de belleza del sol, para no encelar, la luz que nos alumbra en el ocaso.