La roca muerde, y yo entre medias del cielo y su tormenta.
La espera se marcha, y yo entre medias del murmullo y de su agua.
Los golpes han dejado de sonar, y cada mirada se aleja, y yo sigo entre medias.
Como juntar allí arriba las gaviotas al volar,
si entre medias el vacío hace distancia y se apagan las ganas.
Demasiadas luces encima de nosotros!.
Demasiadas ilusiones dentro de una botella que se han lanzado a un mar sin sal, ni calma!.
y la tarde cae vegetando hacía lo sensible, perfumada y llena de sonido con edad.
Con cada minuto desfallezco un poco, con cada minuto las flores se marchitan a mí paso.
Con cada minuto la percusión del “mea culpa” golpea el pecho y la mente no piensa, se desquebraja. Y ahí arriba el blanco se tiñe de imposible.
Y yo entre medias de su realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario