Porque sin palabras nunca hubiera evocado al ser que no me dejan ser. Y dentro de una botella a la deriva se irían invisibles los sueños de todas las edades.
Porque sin palabras me falta cuerpo con cielo de nubes encadenado y un sol que castiga con su reflejo a los charcos.
Porque sin palabras me acobarda hasta los suspiros de los niños y me acobarda cuando se espantan de mi lado las ganas de crecer queriendo.
Porque sin palabras los corazones van contra corriente, y se mezclan con la multitud apartada. Y se sienten primerizos en amores.
Porque sin palabras retumban las ganas en voz baja y me pregunta el coraje y las dignidad dónde están los nuevos desafíos.
Porque sin palabras todo es un detalle y todo queda dónde ya no miro, llegando a ser solo un desvarío.
Porque sin palabras hurto en cada encuentro una sonrisa y las manos salen a revolotear sin sonido y mueren en los bolsillos.
Porque sin palabras abuso de la pobreza de los versos que no tienen escalera para escalar hacia un poema desnudo.
Porque sin palabras todo sabe a rumor quedando a la intemperie la paz interior. Y dónde el viento castiga dejando de ondear la bandera blanca.
Porque sin palabras suceden los vínculos forzosos, la ternura flaquea, las flores de mi lugar se sienten extranjeras, y el gato y sus 7 vidas muere cada vez más rápido.
Porque sin palabras las noches dejan de ser clandestinas, y la luz se vuelve precoz y enigmática en cada atardecer desfigurado.
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