El objetivo de la cámara

BLOG FOTOGRÁFICO: El objetivo de la cámara enlace: http://eiruceiram2.blogspot.com/

lunes, 10 de octubre de 2011

Un cuento de hoguera



Una vez me contaron una historia de espíritus en la que se decía que el alma pura nace en dos porciones en diferentes momentos y sitios, y que cuando se juntan se convierten en una sola. Lo malo es cuando se vuelven a separar. Una de ellas muere en los brazos del olvido y la otra agoniza en búsqueda de ese algo que no halla. Asusta todo esto la verdad. Su único destino es vivir juntas para siempre una vez que se han fusionada ambas partes. Por eso hay personas que no se miran a los ojos, temen toparse con su conexión perfecta y no saber conservarla. Esquivan la mirada de todo el mundo, y son capaces de ir caminando con los ojos cerrados. Han llegado a pintarse ojos sobre los parpados para engañar a lo inevitable. En algún momento los han tenido que abrir para saber donde estaban. Ambos trozos nacieron gemelos necesitando ser uno algún día. La fuerza de atracción los ha ayudado a conseguirlo en muchas ocasiones.


Encontrar a esa parte que te da la vida, pero puede matarte si la rechazas, o te alejan a la fuerza de ella, vuelve loco a cualquiera.

Los indios predecían los encuentros de las almas durante las noches de luna llena. Hay casos en que se produce a la luz del día, y sin que estas personas se han concientes de que su pensamiento respira en un solo cuerpo.

Me asusta morirme en esos ojos cerrados con parpados pintados, y me asusta no hallar esa alma gemela, y sobre todo no sentir.


Hace más de 500 que años un joven indio unió su alma al de su caballo... Esas almas convertidas en una, siguen vagando. El alma de un hombre y el alma de un animal no era aceptado dentro de la magia india de aquel poblado. Aunque estuvieran hechos el uno para el otro. En el más allá se tendrían que volver a separar. No hace más de medio siglo que se hablaba de que había un lugar donde se podía escuchar los suspiros de aquellas almas rechazadas. E incluso una estela se podía ver durante los eclipses de sol, el único momento para volver a sentirse libres, volver a sentirse infinitas. Y una sola.


En un acto de brujería unos indios quisieron llevar la buena suerte y conseguir que llegaran al lugar sagrado al poco de morir ambos en circunstancias extrañas. Siempre con la intención de salvar el alma del indio y no a la del caballo. Pero claro, ya no eran dos almas, sino una sola huyendo constantemente. Sólo tenían una oportunidad de salvar a ambas, cada 100 años durante el eclipse de Sol. Generación tras generación fracasaba en su intento. Y aquella tribu no descansaría jamás hasta que no consiguiera que su joven indio fuera hacía la luz sagrada. Un alma sin guía vagando, suponía que las almas venideras quedarían atrapadas para siempre entre las llanuras, apoyadas sobre las aves. Por ese motivo hay tantas allí arriba.



Puede parece esa unión humana-animal como si fuera un gran error del destino. Eso de elegir un alma equivocada y que vaya encontra de sus dioses, puede cambiar el transcurso y el destino de después de la muerte de aquella tribu de guerreros supersticiosos. Eso nunca se sabe, las almas se unen por algún motivo inexplicable. Ellas eran puras siendo una. El ser humano sin ellas es mero material imperfecto y desconfia de si mismo.


Lo que poquisima gente sabe la verdadera historia de lo que paso el día de su muerte. El joven indio vendió su alma a la de otra tribu, sagrificando su salvación para permanecer siempre junto a la de su caballo en la tierra. Sabía que solo la suya terminaría muriendo separada de su mitad. Condenó a su tribu por su felicidad eterna...


Mañana hay eclipse de sol, se podrán oir y sentir cosas...Son solo historias que se cuentan entorno al fuego. Cierto o mentira...

No hay comentarios:

Publicar un comentario