Y volviste para darme vida. Para dar fragancia a
las palabras sentadas junto al precipicio. Volviste para dejar suaves trazos de
tinta en el cuaderno de mi alma. Y para empapar con la sonrisa a los rayos del
sol que dejaste cegados al partir. Y cuando las palomas llenen el universo de
emociones, amaré sin medida a quien no voy a dejar escapar jamás.
Sin ti el mundo desaparece y todo me da la espalda
al mirar al espejo. Cada estrella sale a nuestro encuentro, y se perfila
una luz tenue con la fusión de los cuerpos al tocarse. Brotan las ansias vivas
al entrelazarse las manos. Y echa el vuelo la desgarradora espera que anida en
los corazones.
Volviste junto al viento que es el único que lleva
los suspiros de tu voz a la mía…. Es el único que trae abrazos de esa hiriente
distancia que nos separa. Es el único que susurra con anhelo la fría espera. El
único que inhala de mi pecho cada sueño loco de aventura para unirnos.
El viento, es ese solitario invisible que con sus
ráfagas hace revolotear al amor entre las nubes. Y parece más alcanzable
tocar el firmamento de tus labios.
Sin ti el día muere lentamente en cada paso. El día
peregrina entre las sabanas vacías. Sin ti no hay consuelo en los días de traje
gris y pétalos por el suelo.
Y volviste a tiempo antes que la luz se tornara
hacía la tristeza. Solo con posar mis ojos en los tuyos el mundo se
vuelve armonía y sentimiento. Cada mariposa deja su delicado baile de
bienvenida… Y llegaste para encender la savia de los besos y para ser el
amanecer y devolverme la vida...
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